Poor Boy-Traducción|L.S

Capítulo 8

Los ojos de Harry se abrieron de par en par ante la posición comprometedora en la que Louis había caído. Ahí estaba Louis, con la cara roja y sonrojada, sobre las rodillas de Harry. El hombre mayor tragó saliva mientras miraba hacia abajo al exuberante trasero vestido con jeans del pequeño niño. Estaba tan equivocado al pensar en el pequeño adolescente de esa manera, pero no pudo evitarlo.

"Oh Señor." Louis respiró avergonzado mientras se levantaba de Harry; de inmediato se dejó caer sobre sus manos y rodillas en el piso.

"Lo siento señor, le prometo que limpiaré esto."Louis frunció el ceño frotándose los ojos antes de comenzar a recoger los afilados fragmentos de cerámica de la taza que Harry había dejado caer por la torpeza del pequeño.

En su prisa por disculparse y limpiar el desastre, había causado que Louis gritara cuando colocó su rodilla sobre un fragmento afilado.

"¡Ay!" El pequeño sintió que las lágrimas le corrían por las mejillas, pero mantuvo la cabeza baja, avergonzado, mientras recogía los pedazos.

"¡Louis!,¡Louis! detente." Harry se agachó junto al niño pequeño, colocando su mano sobre la espalda del joven mientras frotaba en círculos reconfortantes. "Está bien cariño, detente, no te preocupes. Es solo una taza; puedo obtener una nueva. Estás sangrando,"

Louis hipó cuando un sollozo se apoderó, "Lo siento." Se disculpó de nuevo, levantándose con una mano llena de la taza rota.

"Shh Sweetie, no te preocupes, aquí pasa eso a mí."Louis hizo lo que le dijeron, pasándole los fragmentos a Harry, quién rápidamente corrió a la cocina y se deshizo de ellos correctamente. Cuando regresó al salón, checo que Louis estaba sentado en el sofá, sosteniendo su rodilla contra su pecho mientras una lágrima caía por su hermosa mejilla bronceada.

El hombre mayor suspiró porque Louis parecía tan vulnerable, tan pequeño, tan inocente. Necesitaba a alguien que lo protegiera del gran mundo malo. Alguien para mostrarle las cuerdas. Alguien como ... no, Harry no podia estar pensando así.

"Lou cariño, ven aquí, vamos a limpiarte."Harry sonrió amablemente mientras tomaba la muñeca del niño, guiando al niño cojeando hacia la cocina.

"Solo salta para abrir el mostrador, Lou," ordenó Harry mientras le daba la espalda al pequeño niño, preparando el botiquín.

"Umm Si-Señor ... No puedo alcanzarlo."El hombre al que se dirigió se dio vuelta, y sí, no había mentira en esa declaración. El mostrador era bastante alto, no había forma de que, con una pierna lesionada, el niño pudiera levantarse sin ayuda.

Entonces, con una sonrisa, el hombre mayor caminó lentamente hacia el niño pequeño, agarrando las caderas del niño; sin esfuerzo lo recogió y lo sentó en el banco con una sonrisa. Louis devolvió el gesto mirando tímidamente mientras Harry preparaba una toallita antiséptica para limpiar su herida.

"Esto va a picar."Harry le lanzó a Louis una mirada comprensiva mientras presionaba la toallita alcohólica contra la rodilla sangrienta  del niño.

"Owie." Louis hizo un puchero, visualmente estremeciéndose.

Harry silenciosamente silenció al chico mientras limpiaba la rodilla sangrienta. "Ah, lo siento Lou, creo que puede haber algunos pequeños fragmentos pegados a tu piel. Necesito algunas pinzas."Louis asintió a regañadientes, gimiendo cuando Harry comenzó a empujar, tratando de quitar los fragmentos de cerámica de la piel suave del niño.

"Aquí esta... todo listo." Harry suspiró aliviado porque ya no estaba causando dolor al chico inocente.

"¿Tirita?" Louis susurró se sentía pequeño y vulnerable ante un hombre tan blando como Harry.

"Por supuesto cariño." Harry le envió a Louis una amable sonrisa mientras colocaba una curita roja brillante sobre el corte en la rodilla del pequeño niño.

Louis sonrió tímidamente mientras Harry se inclinaba, elevando la pierna del niño y presionando un beso casto al corte cubierto por una  curita.

"Todo mejor."

Y allí estaba, ese hermoso hoyuelo, haciendo su aparición una vez más.Louis suspiró anhelante porque quería que Harry lo cuidara para siempre. Pero una pequeña voz que gritaba "¡Papá!" Le recordó que el trabajo de Harry era cuidar a Darcy, no a un pobre estudiante de secundaria.