Mi novio es una súper estrella (TaeTen)

Lee Taeyong.

-¡No grites! -Le tapó la boca- Sí, soy yo pero por favor no digas ni una sola palabra.

-Está bien pero quítame las manos de encima. -Ten gruñó.

-Vamos, tengo que llevarte a un doctor -Lo ayudó a levantarse, se quitó su chaqueta y se la puso por encima. En ése instante el auto de Taeyong se estacionó no muy lejos de donde ellos estaban.

-¡Oye! ¡¿Qué pasó?! -Johnny se bajó del auto y se dirigió a ellos- ¡No te puedo dejar ni 5 segundos solo y ya estás lastimando gente!

-¡Tú no hables y mejor ayuda! -Taeyong se dirigió al asiento el conductor mientras que Johnny dirigió a Ten al del copiloto- ¡Rápido! Tengo que llevarlo a un doctor. Por cierto, ¿Cómo te llamas?

-Ten...

-Pues es un gusto, Ten -Taeyong le sonrió.

-Yo no diría lo mismo -Gruñó- ¡Espera! ¿Qué pasará con mi hermano?

-¿Qué pasa con tu hermano? -Alzó una ceja.

-Que entró al club y yo tengo las llaves del auto. -Se las mostró y Taeyong se las quitó.

-No te preocupes, mandaré a Johnny por él.

-Bien... Oigan, estoy sintiendo náuseas -Se tapó la boca.

-¡Oye! Si vas a vomitar, no lo hagas en Taeil; lo acabo de lavar. -Johnny dijo sonriendo al auto.

-Está bien -Y en menos de nada, ya había vomitado los zapatos de Johnny.

-¡Mis zapatos! -Johnny se quejó- ¡Taeyong! ¡Estos son unos de mis zapatos favoritos!

-Sí, ya no te quejes y cierra. Ve y busca al hermano de Ten y mira que vuelva seguro a casa. -Le entregó las llaves que le había quitado a Ten y Johnny cerró la puerta y continuó quejándose de que necesitaba zapatos nuevos mientras que ellos emprendieron marcha hacia el hospital.

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Ten seguía una luz con sus ojos y el doctor que lo estaba atendiendo suspiró.

-Bueno, parece que todo está normal. No hay contusiones y no creo que tengas un traumatismo.

-¿Entonces está todo bien? -Taeyong se asomó por entre la cortina.

-¡Fuera! -Lo empujó.

-Doc, tengo una pregunta: ¿Por qué vomité después?

-Tal vez comiste algo que te hizo daño o pudo ser por conocer a ése inepto.

-¡Oye! ¡Esto es una cortina! ¡Te puedo escuchar! -Taeyong se quejó. Ten los miró extrañado.

-¿Ustedes se conocen?

-Seh. Es esposo de mi hermano.

-Entonces, ¿Ya me puedo ir? -Ten se puso de pie.

-Sip. Sólo quiero que te pongas hielo en ése golpe hasta que te duermas. Esperen aquí que lo voy a traer -Y salió a buscarlo. Mientras que esperaban, había un silencio incómodo y Taeyong no dejaba de ver a todos lados hasta que el sonido de su celular los asustó y salió a contestar.

Era su madre diciéndole que tenía que regresar rápido a casa ya que SooMan fue con sus hijos a la reunión que habían organizado. El problema era que el hospital se había llenado de paparazzi y Taeyong tuvo que cambiar su auto por la chatarra aún no paga de su cuñado.

En el camino todo parecía ir bien hasta que el auto empezó a hacer ruidos raros y Ten comenzó a quejarse.

-¿Seguro que no moriremos a mitad de camino?