26

60 4 0
                                    

Quien diría que me derrumbaría tanto,
A pesar de decirme a mi misma,
Que no me lo permitiría,
Y  sí, toqué fondo,
Tanto que  me deje llevar,
Por aquello que jamás fuera probar,
Bebí hasta la última gota de vino,
Y a pesar de eso aún no te olvido,
Me siento perdida,
Arruinada y devastada,
Ya ni después de tantas lágrimas,
Me siento sana,
Y ya no conozco la calma,
Otra vez termine perdiendo,
Ya se me hizo costumbre,
Que al final todos se alejen,
Y contigo confirmé que no sirvo para enamorarme,
Que siempre tengo mala suerte,
No se porqué siempre al dar cariño,
Sólo duele,
El corazón, el alma y la vida,
Caigo en un agujero sin salida,
Donde sólo hay neblina y oscuridad,
Y pensar que te había dicho,
Lo mal que había quedado,
Con mis ilusiones del pasado,
Fuiste entre todos el más malo,
Ya tenía muchas heridas,
Y  una más no resistiría,
Me hubieras avisado que no querías ilusionarme,
No había necesidad de engañarme,
Me hubieras dejado los puntos claros,
Y quizás nada de lo que me pasa,
Estuviera pasando,
No me hubiera acostumbrado a ti,
A tu sonrisa, la cual provocaba la mía,
Ya no soy la misma,
Dicen que he cambiado,
Así comentan mis amistades,
Los más cercanos,
Que tengo una mirada fría y vacía,
Que a causa de la depresión e adelgazado,
Y por mucho que lo intente,
Nada me sube el ánimo,
De aquí en adelante,
Ya no pienso enamorarme,
Prefiero embriagarme en poemas rotos,
Y  versos largos o cortos,
Por lo menos la poesía me tranquiliza el alma,
Y me cicatriza las heridas,
De a poquito lentamente,
Y así poco a poco,
Resucito nuevamente.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 21, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Poemas de un Alma sombría Donde viven las historias. Descúbrelo ahora