La mano del chico se movía por si sola sobre el cuaderno de clase dejando suaves marcas en el papel. Historia, que clase más aburrida, bueno todas son aburridas. La materia no le importaba, porque, ¿Qué le importaba a el saber sobre alguien que ya había muerto? ¿A caso alguien iba a escribir sobre el cuándo se muriera? El chico simplemente miraba su cuaderno y dibujaba lo que se le venía a la cabeza, normalmente eran paisajes, paisajes donde él ni siquiera había ido una vez, pero los dibujaba. El timbre sonó, liberándolos de la tortura del profesor.
- ¡Oye Aaron! - Se escuchó una voz familiar dirigida hacia el chico. Simplemente se dio vuelta buscando de donde venía esa voz. – Podrías esperar a tu mejor amigo, ¿No crees?
- Tu mismo lo dijiste, podría. Pero otra cosa es que quiera esperarte – Dijo Aaron sin ninguna expresión y Tate rio el chico mirando a su mejor amigo.
- No seas así Aaron – Tate lo despeino con una mano – Sé que me quieres aunque estés con esa cara – Ambos chicos rieron y caminaron a la clase de Biología en la sala D-105
A Aaron aunque odiara todas las clases de la secundaria, Biología no era tan terrible como las otras este año. En clases estaban pasando enfermedades, mayoritariamente las enfermedades mentales y las enfermedades mortales. Sentía que no era el único en la vida, que habían otros como el, que habían otros que sufrían tanto o más que él. Cosas peores que él.
Miró a Tate, no entendía por qué aquel chico se juntaba con algo como él. Tate era de esos chicos que sonreía todo el santo día ¿Cómo no le dolían las mejillas por sonreír siempre? Siempre estaba feliz, total, no tenía por qué estar triste. Sus calificaciones eran mayoritariamente nueves u ochos, no era de esos nerds que todos molestaban, sino, las chicas hasta le daban sus números constantemente.
- ¿Qué piensas? – Escucho una voz preguntarle, el chico supuso que fue su amigo Tate y negó.
- En nada – Susurro Aaron, Tate lo miro raro.
- ¿Con quién hablas? – Le dijo su amigo de ojos cafés, Aaron lo apunto tímidamente sin hablar – Yo no te pregunte nada Aaron – Miró su reloj – Tomate tu medicamento ¿Si?
- Esta bien Tate – Susurro y de su bolsillo saco una botellita color naranja con tapa blanca, su amigo le entrego una botella de agua y se tomó la pastilla, guardo la botellita naranja y le entrego la botella de agua a Tate – Listo.
Los chicos al llegar a la sala de clases se sentaron al lado de la ventana y abrieron sus cuadernos. El profesor entro y empezó a preparar las cosas para la clase. Aaron lo miro y noto que lo miraba el profesor fijamente. El chico empezó a ponerse nervioso, en su piel se formó una delgada capa de transpiración por el nerviosismo y empezó a mover su mano rápidamente. Noto como los chicos y chicas de la clase iban llegando al salón pero el profesor no le quitaba los ojos de vista.
- Aaron – Lo llamo su amigo y él lo miro nervioso. Tate le dedico una cara de confusión y Aaron miro al profesor. Este estaba ya en la sexta diapositiva hablando de la Depresión. – Despierta – Aaron miro su cuaderno y noto que por toda la página salía escrito con su letra “Te escucho”
- No me siento bien Tate – Susurro el chico algo mareado
- Trata de mirar por la ventana para relajarte, solo debe ser por la pastilla. – Le dijo su amigo tratando de tranquilizarlo – Yo tomare los apuntes y te los prestare para que no pierdas la materia, ¿Si?
El chico de los ojos azules miro por la ventana del salón, se encontraban en el segundo piso de la secundaria. Desde ahí podía ver la calle y parte del estacionamiento, miro hacia abajo. “Deberías lanzarte ¿no crees?” el susurro de una voz invadió sus oídos, miro en todas direcciones en especial atrás y al lado a su amigo Tate, pero solo se topó que todos miraban al profesor y tomaban notas de lo que este decía. Miro otra vez por la ventana y esta vez vio una chica corriendo y escondiéndose detrás de un auto. Por la calle paso corriendo un chico que no debió tener más que 17 años con un bate. Aaron levanto su mano inmediatamente.
- ¿Qué sucede señor Holmes? – Pregunto el profesor
- No me siento muy bien profesor ¿Podría ir a la enfermería por favor? – Dijo levantándose de su asiento fingiendo mareo
- Esta bien, no te preocupes Aaron, puedes ir –Le respondió el profesor y el chico salió del salón.
Salió del salón y se dirigió hacia el estacionamiento de la secundaria donde había visto a la chica esconderse. Paso por el guardia de la puerta y al no verlo simplemente salió, camino entre los autos y al escuchar un sollozo se dirigió a él.
- ¿Hola? ¿Estás bien? – Susurro el chico esperando respuesta de quien sea que estuviera ahí. – Tranquila no te hare daño, estudio aquí – Dijo acercándose a ella despacio. La chica alzo la mirada
- Hola – Susurro tímida y secándose las lagrimas
- Mi nombre es Aaron, Aaron Holmes… Como el detective Sherlock Holmes– Dijo sonriendo a la chica dulcemente - Tu eres…
- Jade, Jade Summers… Como la estación – Susurro la chica con una sonrisa menos nerviosa que antes. Aaron tomo su celular y le mando un mensaje a su amigo
Hey, me iré a casa ¿Tenemos tarea?
Y a los segundos le respondió
Está bien, pero recuerda tomar tu medicamento… y sí, tenemos tarea. Investiga sobre la esquizofrenia
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Puedo verte
Teen Fiction¿Te has enamorado alguna vez? ¿Has sentido que solo tienes ojos para esa persona especial? Bueno esa es la historia de Aaron Holmes. Aaron es un chico de 16 años el cual va a la secundaria Rowell. Nunca ha tenido demasiados amigos, sino era más soli...