Tyler llevaba una semana sin saber sobre Josh.
Pensaba que si el teñido de verdad quisiera verlo, lo estaría buscando. O tal vez él estaría esperando que el castaño lo buscara. En todo caso lo extrañaba, extrañaba ver su sonrisa, su llamativo cabello, su delantal. Estaba siendo un poco exagerado, no conocía al teñido del todo, pero aún así conseguía aflorar sentimientos en él.
¿Y si no lo volvía a ver nunca?
No.
No podía dejar que eso pasara, vamos, Josh le gustaba ¿lo iba a dejar ir?.
-A la mierda todo-pensó.
Se puso su abrigo y abandonó su casa. A la mierda la vergüenza, a la mierda los demonios que se apoderaban de su cabeza.
Este tipo de momentos solo pasaban cuando pensaba en Josh. O por el contrario, también pasaban cuando se agobiaba y la maldita ansiedad lo consumía. Obviamente prefería los momentos que surgían por el teñido.
Mientras pensaba, avanzaba por la gris calle, gris cielo, grises casas, grises meditaciones.
No tenía la menor idea de dónde estaba la casa del chico, pero algo recordaba, así que caminó sin rumbo por el asfalto hasta acercarse a un edificio que creía parecido al de Josh.
Entró y preguntó al recepcionista si ahí vivía Josh Dun. El hombre le dio el número del apartamento y el piso en el que se encontraba.
Vaya, no había sido tan difícil.
Ya con los datos, el castaño subió por el ascensor y antes de tocar la puerta inhaló profundo;
seguro Josh ya no lo quería ver más, tal vez lo había agobiado, tal vez había conseguido un novio.
Alto, ¿que había pasado con lo de a la mierda todo?
-A la mierda todo- afirmó para sí.
Finalmente golpeó tres veces la puerta. Un chico alto y rubio le abrió. Oh no, sus sospechas eran ciertas, Josh tenía novio.
-E-eh hola, ¿tu eres el novio de Josh Dun?- esto último lo dijo rápidamente, solo se le escapó. Maldito idiota.
-¿Que? No, no soy el novio de Josh, ¿lo estás buscando?.
-S-si.
El chico desconocido lo dejó entrar y llamó al teñido. Antes de que este llegara, preguntó:
-Espera ¿tu eres Tyler?
El chico asintió. ¿Como lo sabía? ¿Había hablado Josh de él?
No alcanzó a terminar de plantearse sus dudas, ya que vio la delgada y alta figura del chico en el que tanto pensaba. Estaba despeinado, y vestía de negro, se veía aún mejor.
-¿Tyler?-preguntó sorprendido.
El mencionado sonrió y fue abrazado fuertemente por el teñido.
-Yo los dejo tortolitos, no quiero estar tocando el violín-se burló el chico que Tyler desconocía y salió por la puerta del apartamento.
Josh se separó y soltó una risilla nerviosa:
-Perdón, Mark es así.
