Tal vez debía buscar una distracción: como...una nave espacial. Una de las pocas cosas que llamaban su atención. O como el llamativo cabello de ese chico del café, o su delantal.
Esa sí era una distracción que estaba a su alcance.
Ya en el café, esperando ver al chico atendiendo alegremente a los clientes. Pero esta vez se lo notó un tanto triste y aburrido. Aún así llevaba el delantal y el cabello.
Tyler se sentó en la misma mesa del día anterior y esperó a que Josh lo atendiera;
-Hola, que pedirás hoy?-preguntó el teñido.
-Uhm hola Josh, puedes darme ese café de calabaza y canela?
-Ok-el chico anotó en su libreta el pedido-algo más?
Tyler negó y el mayor se fue con el pedido.
Eso había sido raro. El teñido ya no tenía esa sonrisa ni la simpatía del día que se conocieron. Tal vez la había cagado y ya no quería hablar más con el. Si, eso debió ser.
Los malos pensamientos se amontonaban en su cabeza, como una especie de demonio que no dejaba de molestar. Genial, había ido al café para evitar ese tipo de pensamientos y lo único que consiguió fue atraerlos más a él. Como si se estuvieran aferrando a su cuerpo, algún día perdería el control y debía aceptarlo. Estaba loco y todos lo sabían. Por fin comprendió por qué se burlaban de él; era un monstruo.
Tyler había perdido completamente el control sobre si mismo;
Se encontraba sentado en la vereda, a una calles del café, sollozando en los brazos del teñido. ¿Que estaba haciendo ahí?
Se separó de Josh y le pidió una explicación.
-Cuando te fui a entregar el café, estabas pálido y tiritando, te hablé y no reaccionaste y antes de que cayeras al suelo te traje hasta acá para que te calmaras.
-T-tú interrumpiste tu trabajo para venir aquí conmigo?
-No te preocupes por eso, me quedaban unas horas para terminar mi turno.
-Y-yo L-lo siento, soy un desastre, puedes volver al trabajo si eso deseas-Tyler se puso de pié, con la intención de irse, pero la mano del teñido tomó la suya y lo hizo sentir una corriente eléctrica, como cuando tocas algo muy caliente.
-Hey, no te puedes ir así, no estás bien. Vamos por un helado?-la sonrisa de Josh iluminó su rostro, consiguiendo que el castaño aceptara.
