My Woman, My Love- Camren G!P

Capítulo III

CAPÍTULO ANTERIOR:

Escuchamos como sube las escaleras, se abre y se cierra una puerta después, esperamos unos segundos por si se escuchaba algo más. Nada. Suspire y voltee hacía Camila, quien me miraba con una sonrisa triste.

–         Pensé que teníamos algo más de tiempo – susurro por si acaso levantándome para dirigirme a ella. Llegó y la abrazo fuerte por su cintura mientras ella me abraza por mi cuello.

–         Lo siento, cielo – me susurra de vuelta. Oculto mi rostro en su cuello, respirando su delicioso aroma – recuerda que te acompañare de compras – sonrío un poco al recordar ese detalle. Acaricia mi nuca suavemente relajándome.

–         ¿Me regalas un beso antes de que vuelva?

Me sonríe y nos besamos por unos minutos. No me quería alejar de ella. Al contrario. Quería llevarla a la habitación de huéspedes para hacerla mía de nuevo. Recorrer su perfecto cuerpo. Adentrarme a ella y hacerla gozar. Pero no podía. Porque su hijo estaba bañándose en el segundo piso.

Nos separamos después de su mordida en mi labio inferior y de mi gruñido, oculto mi rostro en su cuello y absorbo su aroma alejándome antes de que se me haga más difícil de lo que ya es.

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Por mi parte la miraba bobamente recorriendo su hermoso, perfecto y delicioso cuerpo de arriba abajo; a veces nos sonreíamos cómplices cuando me miraba por encima de su hombro. Justo cuando termino el desayuno escuchamos los pasos de James por la escalera. Me sonrió por última vez antes de que él entrara a la cocina.

–         Entonces Laur. ¿Qué hiciste ayer? – pregunto en cuanto entro y se sentó a mi lado.

Su hermosa madre se giró con dos platos con fruta picada, huevos y pan tostado, dejándolos en frente de nosotros. Para después verme por unos cortos segundos con una ceja alzada, interesada en saber qué le diría a su hijo. Sonreí de lado al recordar la noche junto a la mujer frente a mí.

–         De hecho... fue el mejor cumpleaños que he tenido – sonrío presumida mirando a mi amigo.

–         ¿Enserio? – me pregunto pícaramente y reí.

–         No quiero ser mal educada frente a usted, Sra. Cabello – me miro confundida – pero... – pase mi lengua por mi labio inferior inconscientemente – anoche me lie con la mujer más hermosa que he visto – comente empezando a comer de mi fruta antes de mirar a Camila, quien sus ojos se agrandaron un poco para después volver a su rostro neutro.

–         ¡Joder! ¿Por fin? – exclamo sorprendido. Sonreí y asentí – Nunca me has querido decir quien es – recrimino – ¿Esta tan buena como dices? – reí.

–         Es la mujer más caliente – exclame luchando por no mirar hacia ella.

–         ¿Y es buena en la cama? – mire de reojo a Camila.

Se aclaró su garganta mirando con reproche a James quien hacia una sonrisa inocente.

–         James. Es algo íntimo de cada persona y cuida ese vocabulario – lo miro seriamente.

–         Por favor, mamá... – hizo una mueca – ya casi tengo 17.

–         Eso no quita que no debas de respetar a las mujeres.

Me miro con los ojos entrecerrados.

–         Siento mi forma de hablar, señora – asintió.