Capítulo 10

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La furgoneta tambaleaba de lado a lado, 957 se mantenía increíblemente tieso, Su Gracie se encontraba escondida entre sus costillas, rodeada por sus brazos.

Lo único que se veía de ella era su cabello, su largo y ondulado. 957 lamentó no haberlo cuidado, sabía que su compañera amaba que su cabello estuviera liso, cuando no se había enfermado ella pasaba sus manos por él, peinándolo. Refunfuñando su cola se unió a la pierna de ella. Ahora su cabello no estaba tan suave, enredado.

Las otras especies lo estaban observando desde que el carro comenzó a moverse, estaban intrigados por la forma en la que él protegía a la humana, era cierto que en los otros rescates relacionados con emparejamientos de Nuevas Especies y humanas, el macho siempre mostraba posesividad, pero con ella era extremó, no había permitido que la vieran.

La respiración de la humana se había vuelto más inestable, acompañándola bruscos movimientos, una de sus piernas había salido de la posición de bolita, estirándose hasta chocar con el asiento delantero, ella gimió de dolor. Los machos observaron la extremidad expuesta de la Humana, una terrible coloración se encontraba esparcida por toda su pierna, concentrándose más en su rodilla, era obvio que le dolía.

El macho empezó a ronronear, llamando nuevamente la atención de los demás.

Su Gracie estaba despertando de su sueño de días, y eso lo ponía muy feliz. Acomodándola mejor, dejo que observara el panorama, las gotas de sudor estaban traspasando nuevamente por sus ojos, el agotamiento era inigualable. 957 gruñó por sus adentros, ella despertaba un poco, pero siempre que empezaba a sudar volvía a dormir, algo iba mal con su Gracie, durante el tiempo que la ha conocido nunca mostró ese comportamiento, ella no era así.

"Hemos llegado al helipuerto" 957 logró escuchar la conversación de los otros machos.

La puerta por donde había entrado se volvió a abrir permitiéndole a los rayos del sol calentar su piel. Era mejor que cómo su Gracie se lo había descrito.

A duras penas camino hacia aquel artefacto, sentándose en el puesto más lejano, soltó un poco a su Gracie, permitiéndole acomodarse sobre él, justo cuando el artefacto empezó a tomar vuelo 957 se aferró a su Cici ella no le reprochó por el fuerte apretón, se mantuvo calmada y pacífica transmitiéndole un poco de esa calma a él.

Gracie saco lentamente su mano del lugar en donde estaba aprisionada, retrocedió su cabeza aún más para pasar de estar de estar en su hombro izquierdo al derecho, levantó la cara observándolo, y con su mano libre tocó su mejilla, el ronroneo débilmente y cerró los ojos, disfrutando del tacto.

Gracie se enderezó un poco y con la ayuda del macho logró mantenerse sentada.

957 Gimió en respuesta, pegándola a él.

Gracie se había prometido no volverse a dormir, pero el cansancio era tanto que simplemente empezó a cerrar sus ojos, el macho ronroneo frotando su cabeza con el cuello de ella intentando en vano despertarla, con un ronroneo de tristeza pegó su nariz a su cabello manteniéndose en esa posición por un largo tiempo.

957    [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora