....5 años antes....
Era la cuarta vez que Jungkook ensayaba lo que le diría frente al espejo.
-Mi nombre es Jeon Jungkook, tengo 16, cuando cumplí 8 años fui a vivir a Estados Unidos....mh...es la primera vez que piso Korea después de tantos años...espero podamos llevarnos bien.
-Cariñooo, cuando conozcas a tus compañeros no creo que sea necesario decir las cosas así, solo déjate llevar por el momento- Interrumpió su madre al entrar a la habitación.
-Mamá- dijo alargando la última "a"- ¿Acaso me escuchaste?- dijo avergonzado.
-Aw, que tierno es mi bebé, ¿por qué te avergüenzas tan fácilmente?. Pareces una chica, aún más que tú bella madre.
-¡Mamá!- dijo avergonzado mientras tomaba la mano de la mujer y la sacaba de la habitación. -Necesito cambiarme...¡ya saldré!.
-Si, si apresúrate.
-Eso hago-
Unos pocos minutos después de cambiarse tomo su teléfono y estaba a punto de salir corriendo cuando recordó lo que era "importante".
Tomo su mochila, abrazo a su madre y corrió casi rompiéndose al caer por las escaleras para luego salir y volver a correr hacia la calle.
A lo lejos vío a un chico en motocicleta que vestía su mismo uniforme, fue entonces que se armo de coraje para correr hasta él antes de que avanzará y se subió en la parte trasera de la motocicleta.
-¿Me llevas?- dijo Jungkook mientras tomaba aire y se limitaba a sonreírle al chico que solo asintió unos segundos después de asimilar todo.
Fue entonces que el chico arranco la moto, y Jungkook se agarró de la cintura del desconocido olvidando en sí, que es un desconocido. En ese momento el miedo a caerse era más fuerte que el miedo a parecer extraño ante alguien de su escuela, lo que no sabía es que el desconocido chico de cabello negro sonrió ante el tacto.
Lo que ambos no sabían, es que ese no sería su única vez en tener esa clase de tacto.
El timbre sonó justamente cuando estacionaron la moto, Jungkook tuvo su cuarto maratón del día al correr hacía la institución olvidándose del hecho de agradecerle al desconocido, y también olvidando el hecho de que no conocía para nada la institución por lo cual terminó perdiéndose y encontró su aula casi media hora después de haber llegado.
***
El profesor saludaba con calidez a los estudiantes, Taehyung solo se hacía expectante de todo desde los últimos asientos. Su mente divagaba entre su imaginación y el chico que conoció en la mañana.
Útiliza la palabra "conocer" porque no sabe darle alguna otra palabra o explicación a lo relacionado con aquel chico. Aquel chico que atrevidamente solo se subió a su moto y desvergonzadamente corrió sin siquiera dar las gracias.
Taehyung refunfuñó mientras jugaba con su lápiz.
Tener 17 años ya le era difícil como para tener que pensar en lo desvergonzadas que fueron las acciones del desconocido.
Para distraerse de esos pensamiento decidió empezar el año diferente y prestarle atención a la clase.
Los amigos que se abrazaban y gritaban entre ellos porque se extrañaban le resultaban adorables pero a la vez tontos. A veces tanta dulzura podía provocarle ganas de vomitar, en especial al ver el grupo de chicas que solo se dicen halagos pero cuando están separadas se destruyen a escondidas rociando su veneno por cada rincón del colegio.
El sonido de la puerta abrirse y golpearse con fuerza le hizo saltar a él y al profesor, un silencio para nada normal inundó el salón.
POV TH
Aquel chico desvergonzado había abierto la puerta para luego bajar su cabeza al darse cuenta de la fuerza con la que lo hizo.
-¿Jeon Jungkook?- inquirió el profesor mientras sonreía incómodo. El chico asintió con la cabeza sin levantar la mirada. -Vamos pasa-
El chico cruzo la puerta para luego cerrarla con delicadeza y empezó a caminar hacia los asientos. Nuestros asientos eran para dos personas y efectivamente el mío era el único que conservaba un puesto vacío.
Maldije por lo bajo cuando el chico sonrío al ver ese asiento libre, pero maldije más cuando vi que Hansol tiró su mochila frente a la pasada del chico y este se deslizó intentando evitarla, tal vez consiguío no caer al piso, pero si que cayó frente a mi. Literal, estaba demasiado cerca, cayó sobre la que sería nuestra mesa, tenía mi rostro recostado sobre mi mano la cual se apoyaba de la misma, al resbalarse hizo que su rostro quedará tan cerca del mío que parecía un beso.
Y entonces le estornudé en la cara.
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A Daily Song
Romance--Esa canción que escuchábamos juntos cada día...me hace recordar nuestra historia, y por más que quiera tapar mi oídos y olvidarla por completo...la sigo escuchando cada día- Quiera o no, a pesar de que han pasado años, por más que intente borrar e...