Capítulo 3

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Comenzamos a tener esas charlas de antes, de enamorados ella antes me había dicho que yo era el "crush" de ella y yo le dije que ella también lo era, teníamos algo claro y era que nos gustábamos el uno al otro, ya empezaba el 2018 y rezaba porque me fuera bien, casi no hablábamos por cuestiones de tiempo, una vez, recuerdo dure una semana sin hablarle, y al llamarla me dijo que bastaba eso para que se enamorara de mí, semanas después se confesó y no lo podía creer, era el día más feliz de mi vida, porque aunque ya me lo habían dicho otras personas con ella todo era diferente, un día me desperté muy temprano a buscar trabajo, por los lados donde ella vivía, y al estar en el transporte, se detuvo en una parada, y note que ella se había subido, no me lo podía creer, por fin la había visto en persona, lucía radiante, se veía hermosa, jamás pensé encontrarme con ella ese día, desde ahí empecé a creer más en el destino, ella me miraba como tratando de reconocerme, y yo igual, cuando hablo supe definitivamente que era ella, estaban mercando con el padrino, y note que el llevaba un caro un poco pesado, y para llamar su atención, justo cuando me iba a bajar lo ayude para que ella me viera, ella quedo congelada, no se lo podía creer.

"recuerdo que le había dedicado muchas canciones de Ed Sheeran, ya que él era mi cantautor favorito, y al ella le costaba un poco de trabajo pronunciar su nombre, pero con el tiempo se acostumbró"

Continuamos hablando más y más, hasta que un día de repente se alejó, totalmente de mi sin dar explicación alguna, no lo podía creer, era algo que jamás pensé que sucedería, inmediatamente, empecé a evaluar en que me había equivocado, que había hecho mal, pero al llamarla una noche, ella me dijo que no me quería lastimar, le di un poco de tiempo y de espacio, y un día la llame para ver cómo le había ido, volvimos a hablar normal, pero tenía ese temor de que se alejara de nuevo.

Era febrero y mi hermana estaba próxima a sus cumpleaños, tenía que conseguir un detalle para ella, inmediatamente fui cerca a los lados donde ella vivía, y la llame para ver si podía salir, ella lo hizo y yo le había comprado unos chocolates, la acompañe casi hasta su casa y fuimos hablando un poco, ella casi no me miraba a los ojos, quizás tenía un poco de vergüenza, cuando nos íbamos a despedir, le entregue los chocolates y ella me abrazo, nunca había sentido un abrazo tan sincero, mi corazón latía a mil, ya que estar con ella era lo único que quería, me despedí y volví a mi casa.

Love yourselfWhere stories live. Discover now