Contigo Puedo Tocar El Cielo (+18)

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Llegamos a los 500 me gusta!!!!!!!

¡Gracias por todo!

Este capítulo cuenta con narración erótica. Puedes leerlo bajo tu propia responsabilidad, aunque es mi tarea indicarte que si no te gusta este tipo de narración o si eres menor de edad esperes hasta el siguiente capítulo (No tendrás que esperar mucho por eso XD)

Sin más preámbulos, comencemos!


Estabas en tu habitación especial en donde podías echar a volar tu imaginación. Mientras Matthew estaba trabajando en su nueva película "68 Kill" tu entrabas a esa habitación a formar tus creaciones. Podías estar toda la tarde en aquel lugar.

Alrededor de ti, estaban unas macetas que tu misma habías creado que contenían plantas las cuales estaban en el suelo o colgadas en el techo blanco del lugar. Habías decidido ocupar ese lugar debido a la gran iluminación que tenía ya que la luz del sol ingresaba con mucha más fuerza por los grandes ventanales que estaban cubiertos por delgados visillos que se movían de forma suave por el viento que ingresaba por una de las ventanas.

 Estabas creando un pequeño jarrón de barro, al más puro estilo de la película "Ghost". Estabas vestida con una camisa de Matthew que el mismo te había regalado ya que según su opinión te veías mucho más sexy con ella.

Te sobresaltaste al sentir que alguien tocaba tu cabello y en el momento apagaste el motor de tu maquina y te diste la vuelta mirando al causante de tu susto.

Ahí estaba. Él hombre de tus sueños, Matthew quien te miraba con ternura.

- Me asustaste - le dijiste poniéndote en pie mientras mirabas el desastre que habías dejado - Se destrozo mi trabajo.

- No importa, ya podrás hacer otro - te dice Matthew tomándote el cabello y poniéndotelo en hacia atrás dejando así tu cuello libre.

El muchacho se acercó hasta tu cuello y su respiración hizo que se te erizara la piel. Solo él podía tener ese efecto en ti.

- ¿Qué pasa? ¿Porque estás tan cariñoso el día de hoy? - le dices pasando tus brazos por detrás de su cuello sin dejar que tus manos tocaran su ropa.

- Bueno, como sabes tengo que grabar algunas escenas...

- De sexo, ya lo se. ¿Piensas que tengo algún problema con eso? ¿Piensas que estoy enfadada?

- No, solo que... no quiero seguir hablando - te dice tomándote en brazos mientras tú enredabas tus piernas en sus delgadas caderas. 

Tu reías al ver como Matthew corría contigo en brazos hasta su habitación. A penas llegaron, el chico te dejo en el piso, justo en frente de él.

- ¿Puedo al menos ir a lavarme las manos? No creo que te guste tener todo tu hermoso cuerpo con barro.

- ¿Crees que eso me importa ahora? Te ves tan sexy con esa camisa - te dice Matthew acercándose a ti lentamente. Sus grandes manos tomaron tu rostro y comenzaron a bajar por tu cuello, dirigiéndose hasta tus pechos los cuales presiono con suavidad haciendo que tus pezones se endurecieran ante su tacto. Sonrió al ver como tu cuerpo reaccionaba a él.

- Veo que estabas preparada para esto - te dice sonriendo con complicidad.

- De hecho, nunca uso brassier cuando trabajo. Es mucho más cómodo.

- Es bueno saberlo. 

Matthew tomó su camisa y comenzó a levantarla. Tu subiste los brazos para que la prenda pudiera salir con más facilidad.

Te sonrojaste cuando el chico comenzó a observarte. En ese momento solo estabas usando tus bragas de color negro.

- No sabes cuanto me excita verte con esas bragas. Eres muy hermosa.

Caminaste hasta la cama y te recostaste en ella mientras mordías tu labio al ver como el muchacho comenzaba a desnudarse. Al momento cuando bajo su boxer, viste cuando grande estaba por ti e inevitablemente tu femineidad comenzó a mojarse ante la vista.

Matthew se posiciono encima de ti besando tu cuello. Tu suspirabas ante el tacto de sus suaves labios ante tu piel. La mano de el chico se posiciono en tu seno izquierdo haciendo que gimieras.

- Amo tus gemidos. Amo cuando dices mi nombre cuando te hago el amor. Amo todo de ti. Te amo_______

El te ayudo a sacarte las bragas e inmediatamente abriste tus piernas mientras ayudabas a Matthew a posicionar su miembro en tu entrada.

- Te amo ___________ - Te dice Matthew al momento de ingresar en ti.

Ambos gimieron al sentir el contacto intimo de sus cuerpos. Ese contacto que solo entre ustedes podían encontrar.

Cerraste los ojos y solo te dedicaste a sentir cuando Matthew comenzó con su vaivén de caderas. Él apoyó su cabeza en la almohada y sentías sus constantes suspiros y gemidos en tu oído lo que hacia que te excitaras aún más.

Te diste la vuelta y dejaste al chico abajo de ti. 

Tomaste el miembro de tu novio y bajado tu cuerpo lo introdujiste en ti nuevamente. Comenzaste a mover tus caderas de atrás hacia adelante. Sonreíste al ver como Matthew echó su cabeza hacia atrás con los ojos cerrados y gimió fuertemente.

- Oh dios, esto se siente genial - te dice el muchacho tomado tus caderas para que la penetración fuese más profunda lo que hizo que ambos gimieran.

- Amor, estoy llegando - le dices a Matthew sintiendo como tu respiración comenzaba a acelerarse.

- Yo igual - te dice el muchacho se sentó para besarte con pasión en los labios.

En ese momento, te aferraste al cuerpo de tu novio mientras sentías los espasmos en tu cuerpo mientras no podías controlar los gemidos. 

Matthew te dio la vuelta dejándote abajo para seguir con su movimiento de cadera que cada vez era más rápido y profundo lo que comenzó a crear un nuevo orgasmo para ti.

A los pocos segundos, él llegaba a la cima junto a ti.

Luego de controlar sus respiraciones y de haberse tapado con las sabanas de la cama, reían por cosas que recordaban tanto de sus vidas como desde el momento en que habían decidido estar juntos.

- Hacer el amor contigo siempre va a ser mi deporte favorito - te dice Matthew sonriendo.

- ¿Hasta cuando estemos viejitos?

- Hasta cuando estemos viejitos y en la otra vida también. No sabes como me encanta tu cuerpo. Eres perfecta.

- Tu eres el único que me hace llegar al cielo. Te amo, Matthew - le dices abrazandolo.

- Y yo te amo a ti pequeña.

Poco después ambos se habían quedado profundamente dormidos, disfrutando de la satisfacción de estar con el otro.




Matthew Gray Gubler ImaginesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora