Breathless ; Binwoo || ASTRO

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—Por fin conoces el océano. ¿Te gusta? —Preguntó Bin abrazando por la espalda a su novio quien miraba asombrado la inmensidad que tenía delante suyo.

—¡Me encanta! —Su sonrisa de oreja a oreja se hizo presente en su rostro.

—Me alegro haber podido traerte. No podías perderte de visitar un lugar así. —Besó la mejilla del pelinegro.

La parejita caminó por la orilla del mar tomados de las manos. El más alto admiraba desde las inquietas gaviotas hasta las más diminutas almejas que eran arrastradas por las olas.

Para la suerte de ambos, la playa estaba vacía. Pues era temporada baja y estaban en un lugar muy poco turístico. Llevarlo allí fue parte del estratégico plan de Moonbin, quien quería tener unas vacaciones tranquilas y a solas con su novio.

Cuando se toparon con una enorme pared de roca montañosa detuvieron su paso, pues eso indicaba el final de la playa, al menos en esa zona.

Miraron hacia atrás y se dieron cuenta de lo mucho que habían caminado.

Dongmin llevaba una canasta con cosas de playa para pasar una romántica tarde con Bin. Sacó de su interior una manta para sentarse y unas latas de refresco.

—Vaya, viniste preparado. —Rió el castaño.

—Más vale prevenir que curar. —Le guiñó un ojo.

Luego de comer unos aperitivos, guardaron la basura para tirarla más tarde y Bin propuso bañarse en las cálidas aguas del océano.

—Por supuesto, ¡pero antes tenemos que ponernos bloqueador solar! —Exclamó Dongmin.

—Joder, yo me olvidé de comprar eso. —Bin abrió sus ojos como platos.

Dongmin rió.

—Lo supuse, así que yo vine preparado para ello. —Sacó del canasto un pequeño bote de bloqueador solar.

—Por eso es que te amo. —Soltó, provocando una carcajada en el mayor.

Ambos retiraron sus camisetas y obviamente se ayudarían mutuamente a esparcir la crema en sus cuerpos.

—Date la vuelta, amor. —Pidió con tranquilidad el castaño.

Dongmin obedeció y arqueó su espalda al sentir el frío producto recorrer su espalda junto con las fuertes manos de su chico.

Bin hizo énfasis en cubrir bien los hombros y la clavícula de Dongmin, y de paso aprovechó para acariciar la pálida cintura de este.

Ahora era el turno del contrario en esparcir la crema, comenzó primero por el fornido pecho del castaño. Dongmin no pudo evitar pasar sus dedos por los marcados abdominales de Bin, quien contraía su abdomen ante el roce del mayor, debido a la descarga eléctrica que emitían los largos dedos de este.

Prosiguió con su gran espalda y cuando finalizó, dio un abrazo por detrás a Bin. Nunca era mal momento para ser adorable.

Bin sonrió y se giró para besar los labios del más alto y luego lo alzó al estilo de "recién casados", para llevarlo al océano, a una zona no muy profunda.

—¡Está congelada, Moon Bin! —Chilló Dongmin cuando fue depositado en la mojada arena, debajo del agua, la cual les llegaba hasta mitad del torso.

—¡Exagerado! —Rió— Está lindísima.

—¿Ah, sí? Entonces no te quejarás de esto.

Y sin esperar respuesta alguna, Dongmin había lanzado agua hacia el rostro de su novio.