Una de las primeras experiencias humanas es la de comunicarse con otros semejantes. El hombre es un ser que toma conciencia de sí y con su entorno.
El lenguaje es la forma más desarrollada de comunicación que utiliza el hombre. Con él explicamos nuestras ideas, sentimientos, impresiones, exploramos el mundo que nos rodea, lo conocemos, nos apoderamos de él nombrándolo. Sirve también para transmitir conocimientos de una generación a otra.
Para comunicarse, el ser humano ha utilizado diferentes recursos: símbolos, gestos, gritos, señales, hasta llegar a la palabra, máxima expresión de la comunicación. Esto no significa que sólo sea posible comunicarse a través de la palabra.
Viendo nuestro entorno, comprobamos que existen otros signos muy importantes para la comunicación. Un signo es un objeto material visible o audible que representa a otro objeto y que se usa para percibir, conservar o transmitir una información relativa al objeto representándolo.
Vivimos en un continuo ir y venir de comunicaciones, es decir, de signos. Los principales son los lingüísticos, pero nuestra vida diaria está regulada por muchos tipos de signos: los semáforos, las señales de trafico, las señales horarias, las campanadas, la aguja del barómetro, el timbre etc. Funcionan como signos en nuestra vida social y comunicativa.
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El lenguaje
Non-FictionEs una obra sobre el origen de la herramienta más importante y poderosa que tiene el ser humano. Se trata del lenguaje, que desde varías civilizaciones, ha facilitado la relación entre diferentes idiomas, países y culturas.