MONSER HILLS

Cap. 4 Es una niña Osbourne

— Que sea champán para brindar esta ocasión especial — habló el pequeño danés, dirigiéndose a ese frágil trabajador... El cual, tímidamente, iba a decir algo pero las fuertes voces no lo dejaron ni siquiera a pronunciar una palabra completa...

— Que. ¿Te enamoraste de una puta y ahora vas a casarte con ella para hacerlo gratis Lars? — bromeó el vocalista de la banda.

— Muy gracioso Hetfield, pues no amigo, es para brindar por el reencuentro con Ozzy — me hizo una reverencia

— ¡¡See!! Príncipe de la oscuridad... a sus órdenes — imitó a su compañero el rizado. — ¡Hey! — llamó la atención del trabajador — Ya lo oíste, tráenos Champán —

— D-di-di...disculpe ¡Disculpen! — tartamudeo y corrigió — No hay Champán aquí... Solo cerveza, ya que no estaba en su lista de deseos... —

¿Lista de deseos? ¿¡Qué demonios es una lista de deseos!? ¿Vendrá en los contratos?
La verdad no se, pero no tuve mucho tiempo para pensar en ello, pues la respuesta del chico no pareció ser buena, ya que el ambiente se puso tenso y la mirada de Kirk era mas oscura de lo normal.

— ¿Qué? ¿Cuál es tu maldito trabajo? — se fue acercando lentamente pero aun asi, peligrosamente al muchacho — Responde... —

— Y-yo, yo, yo... — balbuceó — No era mi intención hacerlo enojar, Y-yo solo soy un a-asistente que se encarga solo de que... tengan todo lo que necesiten y... Quieren — dijo esto ultimo cabizbajo.

— ¡Exacto! Y tú — lo apuntó con su dedo índice — Debes darnos lo que pedimos. —

Quedé estupefacto con la actitud de aquellos tres, pero más con la actitud tenebrosa de Kirk ¿Desde cuando se volvió así? ¿Acaso estará borracho?.
James solo se paró en un sector de la habitación, apoyándose en la pared con los brazos cruzados y con la mirada seria, aunque, por un segundo creí que era una mirada perdida, que a través de esos ojos se retenía un gran grito, una suplica.
Lars, estaba a un lado de Kirk, mirando reprobatoriamente al muchacho. Luego se arrojó en el gran sofá en el cual me encontraba.

A continuación, volví a recordar que en la habitación se encontraba Sebastian, el cual saltó a detener a Kirk y dirigió al muchacho hacia la puerta.

— Bueno, okey okey, ya entendió, el pequeño ya entendió chicos, él nos traerá champán —

Kirk volteo mientras rodaba los ojos y se sentó en una silla mientras frotaba sus sienes con una cara de frustración exagerada.

— Ve, ve muchacho — en eso Bach metió algo en los bolsillos de la chaqueta del joven.

Lo sacó afuera y les juro que desde donde estaba sentado, creí ver que Bach le susurraba algo al pequeño... Mmm... Bach, Bach... Creo que tienes un gusto por lo prohibido...

Después de todo esa situación, empezamos a charlar, recordando cosas, conciertos viejos y retos que hacíamos al borde de estar ebrios y mas...

De tanto en tanto, observaba a Bach, mirando hacia la puerta. ¿Acaso Bach será un pedófilo? Jajaja, bueno... Se nota mucho su preocupación por ese muchacho, por mas que lo oculte. Los demás se lo podrán creer, pero no yo, ya que tengo mis años, soy el mayor aquí, tengo mas experiencia y es por eso que me doy cuenta la preocupación de aquel chico con cabellera de princesa.

Al instante, tocaron la puerta y Lars pronunció un "pase", pero nadie entraba. James algo fastidiado pronuncio el "pase", sin embargo, volvió a pasar lo mismo, hasta que una débil y temblorosa voz desde el otro lado dijo:

— No puedo entrar por las botellas ¿Pu-pueden abrirme?... Por favor — hablaba cada vez con mas dificultad. — Es que traigo las botellas... —