Cap. 3 Los Maluchos y una Diosa

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(2° PARTE DE UN ENCUENTRO)

Y allí me dirigía, a ver a "mis muchachos" después de tanto tiempo.

Luego de tanta espera en el tráfico, llegué a los estudios donde estaban. Cada vez sentía mas cosas en mi estómago, nervios, eso, no lo mal piensen.

El ser un famoso tiene sus beneficios, como el que pueda entrar a todos lados sin problema alguno. Así que mas rápido llegaba hasta las risas que ya estaba escuchando...

Aunque hay cosas que me parecen extrañas...

La gente del Backstage y los demás trabajadores, se les notaba la cara de fastidio que llevaban sin un disimulo alguno, aunque solo cuando entraban a donde se supone que se encontraba la banda. Cuando salían de esa habitación, cerraban la puerta y volvían a su cara de fastidio, como si trabajar con Metallica fuera lo peor del mundo.

¡Oh vamos! ¿Que tanto mal pueden hacer esos chicos? ¿Acaso ellos cambiaron? Y si así fuera... ¿Tanto cambiaron?

— ¡Wuahhh! — salió una muchacha llorando y a mitad del pasillo exclamó — ¡Renuncio! ¡ODIO AQUÍ! — miró con cara de niña a los demás y se fue corriendo mientras algunos la siguieron, un grupo pequeño para consolarla y otro que quiso seguir los pasos de la muchacha.

— ¿Que demonios? — dije para mi mismo, pero al parecer alguien me escuchó.

— Se ve que eres nuevo amigo — me hablaba un trabajador sin levantar la vista de una gran libreta donde iba corroborando cosas y marcando casilleros de una planilla.

— ¿Que es lo que está pasando? No creo que trabajar con Metallica sea tan malo... — por un momento hubo un silencio, pero nadie levantó la vista para verme después de lo que dije, que pareció sorprenderlos.

— ¡Explícale Gary! — exclamo un muchacho de unos veintitantos de años — Es nuevo en esto... — dijo mirándome, no saltó como un fan ni nada, solo me miró como diciéndome "Aguarda, y escúchate al tal Gary"

— Pues... Bienvenido, estas a prueba tan solo por tres días, si lo aguantas estas dentro y tienes fortaleza, por lo menos como para tres meses como la mayoría que se ha ido como es el caso de la señorita de recién. —

— ¿Okey? — es todo lo que pude mencionar ante lo dicho por el tal Gary.

— Prosigo... — tomo aire mientras se frotaba las sienes como si le dolieran a tal punto de que le explotarían — Aquí no está Metallica sola, están sus demás amigos de otras bandas — se acerco a mi, aun sin mirarme, y me susurró — Si bien CASI todas su juntadas de famosillos son insoportables... — se acerco mas, provocándome nerviosismo e incomodidad — Nada, repito, ¡Nada!Nada de nada supera a Metallica... — no pude aguantar mas de lo que decía este tipo y lo interrumpí.

— ¿¡Que!? Oye viejo, estas hablando de mis amigos, los conozco y se que no son de ese tipo de personas malvadas, ellos son buenos muchachos... Tal vez cambiaron un poco, pero no tanto, ¡Deberías conocerlos mejor en vez de juzgarlos! —

— Ohh, pues... — Gary por fin levantó la vista y quedó estático al verme. Me reconoció.

Ja, seguro le cerré la boca a ese nerd anteojudo. Lo único que hacia era balbucear, sin quitar su mirada de mi, y resalto su mirar, pues era de sorpresa, además de asustado, claro está ¿No? ¡Soy una estrella del Heavy Metal! ¡Uno de sus fundadores! ¡Demonios! ¡SOY OZZY OSBOURNE MALDITA SEA!

— ¡Pues tampoco debías haberle gritado sin dejarlo terminar de hablar! —

Busqué con la mirada a quien me había gritado, pero alguien habló justo desde la puerta en donde se encontraban los de Metallica...

MONSER HILLSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora