-¿Como estuvo tu primer día de vuelta a Wedgemore?,¿Una cálida bienvenida, eh?.- Pude sentir el sarcasmo en la voz de Sam.
Caminábamos hacia fuera de las puertas, llevadas por la fluidez de todos los alumnos deseando desesperamente por salir entre empujones susurros con mi nombre y miradas venenosas finalmente salimos sanas y salvas.
-Una mejor bienvenida no podía pedir.-Respondí con el mismo tono sarcástico, nos partimos de la risa y seguíamos caminando hacia la estación de autos cuando algo me detuvo, mas bien un mano sobre mi hombre, gire bruscamente, asustada y horrorizada por la idea de que fuera alguien que me quisiera hacer daño o peor mi padre desparecido.
-¡Hey!, relájate Daisy soy yo Mark.-Y ahi estaba el inolvidable Mark, el chico guapo de segundo año o mas bien cuarto ahora que eh vuelto,alto, mandíbula bien maracada, ojos cafés oscuros y grandes y una sonrisa ancha y perfecta que no se lo quitaba nadie.-¿Estas bien?, perdón si fue algo brusco o algo...
-No esta bien, estoy bien, es que aun me cuesta creer que estoy devuelta.-Respondí con un risa nerviosa.
-No eres la única.-Contesto con la voz un poco honda y suave, noto algo en sus ojos,¿Tristeza?.
-Donde fuego hubo cenizas quedan.-Me susurra Sam en el oído, la golpe con el codo y esta se rie fuertemente .-Bueno tengo practica de basquetball, los veo mañana.-Sam se despide con la mano mientras se aleja de nosotros.
-Adiós Sam, te llamo mas tarde.-Me despido y sentí de nuevo ese Deja-vu, estar de vuelta si es como un sueño o algo.
-Cuídate Sam.-Dijo Mark de nuevo con un tono alegre, luego volvió su mirada a mi y pude sentir como me ponía nerviosa, el corazón me palpitaba, tantas cosas que sucedieron con Mark que no se de adonde empezar, fue el primer chico que de veras se fijo en mi, el primero en hacerme sentir cosas que jamas había sentido con alguien mas, fue mi primero amor y aun mas, senti como se formaba un nudo en mi garganta, baje la mirada ya que sentía que mis ojos se ponían cristales de nuevo.
-¿Quieres ir a algún sitio a hablar?.-Me pregunta y noto como me agarra la mano tan frágilmente, que sentía que estaba hecha de cristal o algo,subí la mirada y vi como sus dulces y grandes ojos me miraban, no pensé que me iba a costar tanto verlo de nuevo.
-Si.-& dicho eso fuimos a una de las bancas detrás del instituto, estábamos rodeados de arboles, hojas secas naranjas tiradas por todo el suelo y al frente de nosotros una fuente de agua o lo que parecía ser lo, la limpieza y el orden que había sido tan prestigioso para Wedgemore ya no se encontraba.
-Supongo que a cambiado bastante todo estos últimos años.-Comente mirando a mi alrededor.
-Bastante, muchas cosas han pasado en los últimos dos años.
-¿Como estas Mark?.-Pregunto rompiendo el incomodo silencio, aleja la mirada hacia la fuente.
-Bien.-Contesta rápidamente con una leve sonrisa aun me acuerdo como solía a mentir, me estaba mintiendo, no estaba bien, ninguno de los dos lo estaba después de tanto tiempo.
-De veras Mark, quiero sabes como estas, porque me siento horrible por la manera en dejarte, en haber huido de todo tan repentinamente, aunque habíamos terminado...
-Habíamos decidido tomar un "Tiempo" no a terminar Daisy.-Interrumpió el bruscamente, me miro seriamente & sentía como la culpa se asomaba sobre mis hombros, temía esto mas que nada.
-Bueno, lo siento...En verdad lo siento Mark por haber sido tan egoísta contigo, con todos, merecías un adiós,una explicación y yo solo huí,me aleje de todos y me siento mal, me odio a mi misma por haberlos herido, por haberte herido.-Note como mis mejillas estaban ardiendo, mi ojos dejaban escapar unas lágrimas y mire hacia otra parte ya que no podía seguir mirando a los ojos de Mark, sentía culpa cada vez que veía dulzura en esa mirada.
-Daisy no es tu culpa, algunas cosas pasan y es mejor que pasen, tenias cosas mas importantes en tu mente, mas importantes que mi y de todos, estabas en una muy horrible situación en ese tiempo , no podría culparte,Te entiendo Daisy y te perdono aunque no haya sido tu culpa-Volví la mirada hacia el y sin pensarlo alargo la mano hacia la suya,la aprieto con cariño, su piel tan suave y lisa me trae millones de recuerdos,me da una sonrisa cálida,típico de Mark.
-Gracias Mark.-Hablo con voz de hilo y me limpio con la mano las lágrimas sobre mi rostro.-¿Me llevas a casa?, no creo que soporte un minuto mas mirando lo que parece ser una fuente de agua.-Señalo con los ojos la fuente mas horrenda que e visto, nos reímos y nos levantamos de la frías y duras bancas.
-Vamos te llevo a casa Sra.Daisy.-Me dice al tiempo que pone su brazo sobre su mi hombro y caminamos.
Pero siento la mirada de alguien sobre mi, es como si lo pudiera reconocer, subo la mirada, tratando de hallar quien me esta observando, miro hacia el edificio de al lado y veo en la penúltima ventana a El, parece una estatua o algo, no por su belleza que por cierto asombraba, si no por cómo permanece tan calmado & quieto ahí estaba con sus malditos y profundos ojos verdes observándome, enterrándome con su mirada el alma, Luciano.
Se da cuenta que lo e pillado mirándome y aunque eso me produce gracia y siento cosquillas en el estomago, sigo con la mirada firma y seria mirándolo retándolo a que haga algo pero luego el sacude la cabeza y desaparece sin rastro
-¿Pasa algo?.-Pregunta Mark.
-No nada, solamente echaba de menos Wedgemore.-Digo con un tono muy falso que me provoca algo de risa.
-¡Uf! se nota muchísimo por la cara que entraste hoy por la mañana.-Confiesa el riéndose.
-¿Me viste?, ¿Porque no saludaste?.-Demande
-Porque tenia que ir a clases y prefería hablarte a solas Tonta.-Me responde con una sonrisa juguetona.
-¡Hey!, ¿Como que tonta?, ¿Quien te daba clases de Física en segundo año?.-Pregunto al tiempo que el me abre la puerta del auto.
-Cállate Nerd y súbete al auto.-Me empuja suavemente y me subo con una sonrisa de victoria.
-¡Daisy!,¡Baja por favor, la cena esta hecha!.-Me pide mi mama desde el primer piso.
Bajo las escaleras como zombie, cansada y muerta de hambre, costumbre de siempre salir de clases.
-¿Asi que como estuvo el primer día de clases?.-Pregunta pasándome la ensalda de papas.-¿Fue una linda bienvenida?.-añade sonriéndome.
Me mira con dulzura y paciencia con sus grandes ojos muy parecidos a los mios y masticando suavemente la comida, mi mama en si era muy hermosa, perfectas fracciones, largas piernas y piel blanca como la luna pero al mirarme en el espejo veo el reflejo de mi papa,piernas cortas pero aun así una estatura normal, piel blanca pero con manchas de piel morena por la tez de mi padre, ojos grandes cafés como los de mi papa solamente un poco mas claros y labios gruesos y una nariz respignada que me acuerdo que mi papa solía llamarme conejita cuando niña, siento pena pero aun mas rabia que nos haya abandonado, deseaba y rezaba tanto para que volviera pero ahora solo me parece un fantasma en mi vida como en mis pesadillas y sueño aparece.
-Creo que estuvo horriblemente bien.-Digo con bastante sinceridad.
-Con tal que haya algo bueno en tu día no es un mal día.-Responde.
-Si.-Afirmo y por alguna razon recuerdo el momento de entrar a historia, la sensacion de ver los ojos verdes y oscuros de Luciano fue algo que jamas me habia pasado, no lo puedo sacar de mi sistema o cabeza aun siento su mirada y el corazón me comienza a latir nuevamente y nervios u aun mas me aguardan para mañana
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se los agradezco muchisimo:)