Glorious ❃ Destiel

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Capítulo 2: "Maté a mi hermano"

Dean se encontraba caminando hacia el comedor en donde todos los prisioneros se encontraban para cenar. Eran las 5 de la tarde, pero esa era la hora de la cena y Dean se había acostumbrado a ella aún cuando todo el primer año en aquel lugar siempre tuvo hambre durante la noche.

Tomó sus alimentos en aquella bandeja y caminó hasta una de las mesas alejadas de todos, ahí no habían amistades, todos se llevaban bien con todos por conveniencia pero cuando pasaba algo surgían problemas que Dean siempre intentaba evitar. Ya había tenido varias peleas en las que no ganaba, aquellos tipos eran mil veces más fuertes que Dean y lo noqueaban fácilmente.

Cuando se sentó se dispuso a cenar, la comida no era la mejor pero aún así la disfrutaba porque sabía que no volvería a comer hasta la hora del almuerzo. Se encontraba comiendo algún tipo de espagueti con pollo, el cual él sabía perfectamente que no estaba bien cocido debido a que los prisioneros eran los que cocinaban y no todos eran bueno en ello.

A punto de terminar su comida, escuchó como alguien ponía su bandeja en la misma mesa que la de él y se sentaba justo en frente. Subió su cabeza encontrándose con aquel guardia de ojos azules y cabello negro, Castiel.

—¿Está permitido que los guardias coman lo mismo que los prisioneros, con los prisioneros? —Dean preguntó, mirando con curiosidad a Castiel quien negó mientras reía.

—Creo que no —contestó, —pero he visto que siempre almuerzas y cenas solo, ¿por qué no convives con los demás?

Dean soltó una risa. —Estoy en la cárcel. No es un jardín de niños en los que venga a hacer amigos para después ir con mi madre a contarle cómo estuvo mi día.

Castiel asintió y se metió un pedazo de pollo en la boca para después comerlo. Cuando terminó de masticar y tragó, volvió a hablar. —¿Por qué estás aquí?

Aquella pregunta fue repentina para el de ojos verdes. Le dio un sorbo al vaso con agua que tenía y miró a Castiel.

—¿Puedo mentir?

—Nop. —A Dean le hubiera parecido inmaduro en un hombre el recalcar la p como un niño, pero a cambio de eso, le pareció tierno.

Asintió para después sonreír coqueto. —Homicidio. —Dean disfrutó la cara de sorpresa de Castiel.

Castiel después de sorprenderse, comenzó a reír. —No te creo, no pareces ese tipo de persona.

—El juez y los policías opinan lo contrario. —Castiel no entendió. —Según ellos maté a mi hermano menor.

Castiel se atragantó con el pollo que había comenzado a tragar, cuando recuperó la respiración preguntó. —¿Cómo que "según ellos" y "maté a mi hermano menor"?

Dean miró como los reclusos volvían a sus celdas y él se levantó.

—La charla terminó, guardia.

Castiel le sonrió. —Puedes decirme Castiel, Dean.

Dean ignoró que Castiel supiera su nombre y continuó caminando hasta su celda.