◇ Capítulo 5: *Humo sofocante* ◇

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《El ser humano por naturaleza es curioso y amante a lo prohibido aun cuando sabe que ello puede perjudicarlo》.
—J.T.P.

Nosotros, las personas, tenemos un sistema...

Queremos lo que no podemos tener, deseamos los que nos hace daño y anhelamos lo que está restringido.

Y esto ha sido así desde el principio de los tiempos, además del hecho de que lo que es díficil de obtener no es algo atractivo. Y si no me crees te pondré un ejemplo... Si el ejercicio y las dietas fueran fáciles, simples o sencillas todo el mundo viviría una vida sana y estarían en buena forma física. 

Pero no lo es, ¿verdad?

Este fue uno de los problemas por los que nuestro Luck pasó...

...El hecho de querer probar algo que sabía que podría perjudicar su propia existencia.

Además de la necesidad por cumplir las expectativas de aquellos que le rodeaban.

●●●

Al llegar a la casa de su mejor amigo se encontró a Sofi y Brian riendo en la sala, mientras sostenían la tan esperada "hookah".

Al verla no pudo evitar pensar, ¿es esto de lo que tanto hablan?

No era más que un aparato aniquilador de pulmones que venía en un pequeño contenedor pero, al ver las reacciones de sus amigos supuso que para ellos era un modo de entretenimiento al cual él personalmente no le encontraba sentido alguno.

—¿Estás listo? —preguntó Brian.

—Algo así —respondió mientras se encogía de hombros y dejaba su mochila sobre el sofá. Miró alrededor de la casa y no vio a más nadie así que decidió preguntar—, ¿tus padres no están en casa?

—No, están en un viaje, creo que en Australia y puede que regresen mañana. Cosas del trabajo —respondió el indio encogiéndose de hombros restándole importancia mientras le pasaba una "hookah" a nuestro protagonista.

Sí, Bellemore había comprado una para cada uno, y no era de esperarse ya que con tanto dinero se sorprendía de que sólo fueran tres.

Este lo miró de manera extraña mientras contemplaba el aparato en sus manos pero, aún así no dijo nada y lo aceptó.

—¿El profesor llamó a tu madre? —preguntó Sofi.

—Sí, le contó todo —afirmó el castaño.

—¿Qué le dijiste? —Brian tenía el temor de que su mejor amigo se hubiera metido en problemas por su culpa.

—Lo que acordamos —respondió sincero.

—¿Te creyó? —preguntó la rubia incrédula.

—Si —respondió Luck sintiéndose culpable, así que decidió intervenir—. Chicos creo que no debemos hacer esto.

—¿Ahora tienes miedo? —Brian se mofó de él a modo de broma.

—No, es solo que no sé si sea correcto, además no me siento cómodo mintiendole a mi madre —respondió.

—Vamos Luck no es nada. Te aseguro que te va a gustar —la rubia volvió a agarrar sus manos como lo había hecho aquella mañana y solo con ese pequeño gesto ya él estaba listo para aceptar.

—Además ya la hemos probado —agregó Brian refiriéndose a él y su amiga—. Es de lo mejor, no te vas a arrepentir. 

Luck lo pensó por unos minutos hasta que decidió probar.

Esperó a que sus dos amigos lo hicieran primero mientras el calmaba su ansiedad, además así podría ver la forma en que lo hacían para que cuando llegara su turno el pudiese parecer un profesional.

•••

Cuando llegó la hora su plan fracasó. Se atragantó con la primera calada y empezó a toser.

Brian y Sofi le dieron palmadas en la espalda.

Luck todo rojo de la vergüenza quiso volver a intentar por no quedar en ridículo frente a sus amigos y esa vez lo hizo mejor.

"Si no hubiese sido por su necesidad de aprobación tal vez se hubiese podido detener en el primer intento y así evitar lo peor".

Al ver que por el momento no habían consecuencias pasaron el transcurso de la noche fumando y hablando, a Luck le gustó tanto la sensación que fue el que más fumó en toda la noche.

Al principio estaba reacio a probarlo pero después de varias caladas sintió como sus problemas comenzaban a desaparecer y fue tanto el placer de sentirse de esa manera, aceptado y sobre todo diferente, lo que provocó que no pudiese parar.

Era una sensación completamente nueva y aunque él sabía que era peligrosa no dejaba de hacerlo sentir, irónicamente, libre.

Empezó a contemplar como escapaban sus inseguridades y temores, como su triste y patética monotonía se desmoronaba y renacía en una nueva adicción y es por ello que lo disfrutó.

Pensó en ese momento que había sido un tonto por asumir que su sabor sería desagradable pero por el contrario... el sabor mentolado se inyectó en su sistema relajando sus músculos y aumentando los niveles de dopamina en su cuerpo.

Y así perdió la noción del tiempo.

●●●

Cuando dieron las 9:00 P.M. Luck decidió irse a su casa como le había prometido a su madre, así que se despidió de sus amigos.

Y ahí fue donde comenzaron las consecuencias de sus acciones a pasarle factura.

Por el camino iba tosiendo.

Al principio era una tos leve, pero después fue aumentando hasta casi dejarlo sin respiración.

La tos se hacía más fuerte a cada minuto y el aire se hacía cada vez menos.

Entró a la casa en busca de su nebulizador pero no lo encontró y no duró mucho para que sus fuerzas se empezaran a agotar así que como si de un flash se tratara decidió llamar a Brian para que lo ayudara.

Este cogió el teléfono al tercer tono y escuchó a un Luck totalmente sofocado.

—Brian, necesito tu ayuda —respondió casi sin aire—. Estoy en mi casa—... otro ataque de tos—. Es... urgente.

Sus palabras salían entrecortadas y antes de escuchar la respuesta del indio, cayó desmayado en el suelo.

Y pensar que esas fueron sus últimas palabras antes de caer en la inconsciencia. 

Tal vez si hubiese sabido... si al menos hubiese dicho que no, pero...

Nunca pensó que ese humo que le había dado tanto placer podía haberse vuelto en su contra, convirtiéndose en un "humo sofocante" que pudiese acabar con él. 

CONTINUARÁ...

Los iloveo un montón mis dulzuras y nos leemos en el próximo capítulo. 🥰💋

Att: J.T.P. 🍭🍬🍫

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