Pensamientos de una suicida

Idiota

18-04-2018

Para: A

Hola A, hace días que ya no te escribía, y no porque no quería, porque creeme que ya tenía ganas de hacerlo. Más el tiempo no me lo a permitido, pues, si te has dado cuenta, hemos estado demasiado ocupado con esto de las capacitaciones, y no es para menos; ya que, esta capacitación requiere de esfuerzo y dedicación de cada uno de nosotros.

Me encanta.

La medicina es de las cosas que más me gusta, y lo sabes.

Pero no escribo para hablarte de la escuela, sino de los sentimientos atravesados que tengo. Todo marchaba bien hasta ayer, que al irnos con unos amigos a comprar unas cosas para nuestra exposición, nosotros pues tenemos a costumbre de llevarnos pesado, no siempre, pero si con bromas dichas. Lamentablemente, aveces dices cosas que según tu son broma pero que se sienten demasiado reales. Dijeran unos:

"Entre broma y broma, la verdad se asoma"

Y créeme que si todas esas cosas al principio trataba de evitarlas, ayer me pegaron demasiado feo, nuevamente me has hecho caer en tu maldito juego, y más que juego creo que se convirtió en un círculo vicioso, o al menos ese fue el punto de vista de mi amiga. Dime porqué... ¿Por qué cuando estoy a punto de olvidarte llegas otra vez para hacerme olvidar esa decisión?

Me hiciste revivir el amor que siento por ti, me hiciste caer nuevamente a tus pies, no sé qué es lo que pretendes pero...

Esas miradas.... Ese día en la cooperativa... Demonios, me encanta descubrirte observándome y más aún que sonrías como idiota al darte cuenta que te descubrí...

Ayer, esas bromas que al principio fueron cómplices de nuestras pecadoras intensiones y que, por primera vez, creo que compartimos... Nunca dejas que te toque, pero ayer... Me encanta sentir tu cuerpo tan frágil ante mi toque... Verte temblar cada vez que me acerco a ti, tartamudear cuando estamos solos...

Y hoy.... ¡Joder! He desaprovechado una oportunidad demasiado grande.... ¿cuál fue? Pude haberte besado, y sé que me ibas a corresponder... Más sin embargo, hui ante esa probabilidad. Cuando fuimos a dejar la mesa atrás de los salones, a ese lugar en donde no va casi nadie, ese lugar solo pero tranquilo... Por primera vez sentí que el destino jugaba a mi favor, pasamos de ser los típicos amigos, a ser hombre y mujer, no éramos A y A juntos, éramos dos personas con sexo opuestos sintiendo una fuerte atracción hacia la otra.

Y no me puedes mentir, porque eso fue lo que ocurrió, los dos sentimos la misma necesidad de tener al otro entre sus brazos, y no sólo eso, sino que apareció aquel deseo sexual que hacía tanto que no experimentaba, fue entonces que me di cuenta que mi boca reclamaba la tuya, tus ojos reclamaban mi mirada, tu voz comenzaba a controlarme, tu actitud me exigía responder a tu maldita necesidad que pronto se convirtió en la mía... Mi boca se secó, mis labios comenzaron hormiguear igual que mi cuerpo, las sensaciones de demanda eran exquisitas.... Pero... Me dio miedo pensar en la idea de que me deseabas de la misma forma en que yo te deseo a ti.

Tristemente, mis reacciones no respondieron a tus acciones, salí casi corriendo de ahí al intuir tu lentitud en aquel lugar. No sé por qué demonios lo hice, si besarte es lo que más anhelo en la vida...

Me arrepentí al confirmar mis sospechas con mi amiga:

-: Te digo que nos quedamos solos, y sentí que nos íbamos besar, pero salí corriendo de ahí.

-: ¡No inventes! Era tu oportunidad de besarlo, ¿y la desaprovechaste?

-: Lo siento, es que no supe reaccionar...

-: Pero, créeme cuando te digo que ya había notado eso en él, y si de algo estoy segura es que, desea mucho el poder besarte...

-: ¿En serio lo crees? –No podía creer lo que estaba escuchando.

-: Claro que sí, me sorprende que no lo hayas notado. Esas miraditas que te hechas, la forma en que te ve, su insistencia de estar junto a ti ignorando a los demás... En serio que es muy evidente.

-: Carajo... Eso no lo vi venir...

-: Sólo te puedo decir una cosa... Las oportunidades son únicas, no hay una segunda vez. Es ahora o nunca, déjate llevar por lo que sientes y la próxima vez que puedas, ¡Bésalo!

Eso sí acabó conmigo, nunca imaginé llegar a este punto, pero, si algo había notado había sido su repentino cambio de actitud conmigo...

Pero me duele que las cosas sucedan así... Ya que se está repitiendo la historia, mi historia, sólo que el protagonista era otro. <<Los mejores amigos al pasar el tiempo se gustan, juegan, se cuentan cosas, pasan a las bromas pesadas, se enamoran, llegan a ser novios, terminan, el ciclo se repite, pero ahora el final acaba con su amistad...>>