The Diamond [KaiSoo]

Tres.

KyungSoo simplemente observaba como la gente sabía que hacer exactamente. Su mirada cayó en un chico pelinegro con exceso de delineador en sus ojos, llevaba las dos botellas de ron que el capitán había ordenado. Supuso que era el tal BaekHyun, no le iba a tomar más importancia al sujeto, pero la mirada que se dio con el segundo al mando de la nave, no pasó desapercibido para él.

Ambos se miraron con dolor y pena y luego, BaekHyun siguió su camino hasta el camarote del Capitán, con total resignación y ChanYeol soltó un suspiro cansino antes de perderse entre toda la gente.

KyungSoo se encogió de hombros y se volteó dándole la espada a todos, viendo como cada vez se alejaba más y más del puerto.

Sólo tenía algo en mente, que regresaría junto a su hermana, sanos y a salvo.

Su disfrute de la vista terminó tan pronto como empezó, pues en cuanto dejó de visualizar el puerto un brusca mano lo jaló para que mirara de frente al sujeto dueño de la acción.

Era el oficial Park, segundo al mando de ese barco pirata llamado "The Diamond". Park ChanYeol era un tipo absurdamente alto, con unas orejas como las de Peter Pan y unas patas chuecas de las cuales bien podías hacer mofa de él, pero al mismo tiempo temías por tu vida.

Tenía una ligera barba crecida rodeando su rostro que estaba algo sucio y lleno de sudor. Sus ojos tenían un horrible delineado negro por todo el contorno y su cabello era cubierto por una pañoleta roja, no tenía su pelo tan largo, le llegaba a la altura de los hombros. Su camisa era de un color blanco que parecía más amarillo percudido y que estaba abierta un buen tramo, dejando a la vista su pecho bien trabajado, su cintura era adornada por una fajilla negra de cuero, usaba pantalones rotos color café y los típicos botines negros de la época.

— ¡Dame el mapa! —le exigió con una voz terriblemente amenazante.

Si era sincero, KyungSoo tembló levemente y es que realmente la altura de ChanYeol era aterradora.

— N-no.

— Por tu maldita culpa el Capitán se molestó y ahora Baek sufrirá las consecuencias —bramó mientras el agarre en su brazo se intensificaba.

— No es verdad, él está loco y...

— ¿Te atreves a insultar a mi Capitán?

KyungSoo quería verse valiente, pero sólo era un niño de diecisiete años, ¿qué podía hacer él contra un hombre tan alto y musculoso como ChanYeol? Su cuerpo tembló, pero jamás apartó su vista del rostro contrario.

— ¡Vamos, ChanYeol! Deja al muchacho en paz —escuchó una voz a espaldas del intendente de la nave, pero KyungSoo no pudo mirar de quién se trataba.

— ¡No te metas, MinSeok! Esta sucia rata sólo nos ha traído problemas, si nos deshacemos de él de una vez, podremos seguir con nuestro viaje en paz.

Un hombre de aspecto joven, con la típica vestimenta de un pirata se acercó hasta ellos, tomando el brazo de ChanYeol para que lo soltara. KyungSoo fue liberado rápidamente y cuando estuvo fuera del tacto del intendente, dio unos pasos hacia atrás, encogiéndose sobre sí mismo mientras acariciaba su brazo que tenía una marca rojiza en él.