Cuatro.

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— ¿Qué crees que haces, sucia rata? —dijo el Capitán mientras chirriaba sus dientes.


KyungSoo bufó en respuesta porque ese apodo no le gustaba y al parecer ya todo el mundo en ese barco le empezaba a llamar así. Él tenía un nombre y uno muy bonito si le preguntaban.


— Comandando una nave, ¿acaso no ves? —contestó de mal modo KyungSoo sin quitar la vista del océano.


Kai arrugó las cejas al ver que el pequeño no se dirigía a él con respeto como la mayoría en ese barco lo hacía. Por lo regular se acostumbraba a que la tripulación tratara al Capitán del navío con respeto, pero ese mocoso creía que estaba bien tutearlo y dirigirse a él con su nombre de pila.


¡Oh! Si su padre, el temible Capitán Kim lo viera, seguramente mandaría a encarcelarlo por idiota y por no poner en su lugar al mocoso que tenía en frente.


Kai lo empujó fuertemente, alejándolo del timón y en proceso, haciéndolo caer de espaldas, chillando cuando su grueso trasero impactó contra el suelo de madera.


Sacó su espada, porque no seguiría soportando que un niñato como él siguiera faltándole al respeto y burlándose de él en su nave. No tenía intenciones de matarlo, pero ese mocoso ya estaba acabando con la poca paciencia que tenía.


— Escúchame bien mocoso insolente. Yo soy el Capitán de esta nave y debes agradecerme de que no te corte en pedacitos y alimente a los tiburones con eso. Yo ordeno, mando y grito en este navío. Si yo digo que saltes por la borda al mar, ¡lo haces! ¿Entendido? —dijo amenazante mientras la filosa punta de su espada estaba peligrosamente cerca del cuello del muchacho.


KyungSoo asintió con su cabeza frenéticamente y sacó con cuidado el mapa que guardaba entre sus ropas, revelando un poco de piel de su torso. Kai le lanzo una mirada lasciva mientras se saboreaba la vista, bajo un poco más su espada y con ella, hizo aún más a un lado la tela de la camisa, mostrando los pezones rosados del niño.


Kai podía ver el pánico pintarse en el rostro de KyungSoo, veía como las gotas de sudor bajaban por sus sienes y se perdían en su cuello. Tenía a KyungSoo encerrado entre el suelo de madera del barco, su espada y su cuerpo que estaba encima de él.


Con una sonrisa en los labios, se acercó lentamente hasta el torso de KyungSoo, quien apretó los ojos con fuerza y ladeo su rostro hacia un lado, con el fin de evitarlo.


El pirata recorrió el torso de KyungSoo con la punta de su espada sin hacerle daño, era sorprendente lo pálido que era, llegó al borde de sus pantalones y se detuvo. Después, simplemente le quitó el mapa y se puso de pie, sonriendo al ver como KyungSoo seguía en la misma posición en el suelo.


— Gracias por el mapa, ahora, ¡ve a fregar los pisos! —gritó fuertemente, haciendo a KyungSoo ponerse de pie y salir huyendo sin mirar atrás.


Kai sonrió mientras lo miraba alejarse. Ese niño sí que tenía agallas.


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Ser parte de una tripulación pirata no era sencillo, KyungSoo lo aprendió muy pronto.

The Diamond [KaiSoo]Where stories live. Discover now