The Diamond [KaiSoo]

Cinco.

— ¡Oh! Ya sacaste al chico —fue lo primero que escuchó KyungSoo cuando iban por uno de los pasillos del navío que los conduciría a la cocina.

Ambos miraron a MinSeok quién les sonreía a ambos.

— Sí, el Capitán Kai me dio permiso. Ahora él estará conmigo en la cocina —explicó Baek mientras ponía un brazo en los hombros de KyungSoo.

— Espero sea más útil ahí que llevando barriles —comentó MinSeok con una sonrisa burlesca en el rostro, haciendo que KyungSoo frunciera el ceño e hiciera un puchero.

— ¿Qué haces aquí? —preguntó Baek.

— Vine a ver si ya había sido liberado. Hablé con Kai para que lo dejara libre pero me dijo que tú te me habías adelantado. ChanYeol está furioso pero fue una orden de Kai quién también está enojado, por cierto —contó el cuñado del Capitán mientras le lanzaba una mirada rápida a KyungSoo.

Baek no dijo más, en cambio, sonrió enormemente sin dejar de mirar a MinSeok.

— Entiendo... entonces nosotros iremos a hacer la cena.

MinSeok se encogió un poco en su lugar mientras hacía una mueca de disgusto, sin tratar de ocultarla, haciendo que Baek lo mirara con mala cara.

— De todas formas no hay más, así que se lo comerán.

KyungSoo no dijo nada durante esa extraña plática para él, y si era honesto, ni siquiera había puesto atención a lo dicho por los dos mayores. Su mente lo había llevado por otro lado. De repente la idea de que su hermana estuviera encerrada en una celda apestosa, con moho, animales desagradables y madera podrida, le hizo preocuparse aún más.

Él había sido encerrado también y aunque habían sido pocas horas, de verdad que no quería regresar ahí jamás. Pero aun así, él era hombre y podía soportar eso, su hermana no. Era tan pequeña y frágil. Y seguramente no la alimentaban correctamente, bueno, estaba seguro de que ni siquiera le daban algo para comer.

Y su madre... llevaba días en ese barco en busca de su hermana y se había ido sin decirle nada a su madre. ¿Estaría preocupada por él? ¿Estaría llorando ahora que estaba completamente sola?

KyungSoo necesitaba regresar a casa de nuevo, con su madre y su hermana para olvidar todo ese trago amargo y continuar con sus vidas. Que su hermana formara una familia en cuanto encontrara al amor de su vida y él... bueno, él... podía seguir cuidando de su madre. No era como si pensara en esas cursilerías del amor como su hermana menor hacía.

Pero para que eso sucediera, KyungSoo necesitaba presionar a Kai. Necesitaba hablar con él.

Sin darse cuenta llegaron a la cocina. Era muy oscura, repleta de barriles en todos lados. Había una hornilla y una larga mesa fijada a una de las paredes del cuarto. En otra mesa tenía utensilios para la cocina y algunos platos y vasos. También había una pileta llena de agua y otra vacía.

— Bienvenido a tu nuevo lugar de trabajo —dijo Baek sonriendo brillantemente.