~ CAPÍTULO 10 ~

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Chaeyoung estaba segura de que iba a morir. Sintió que su cabeza había sido golpeada con un martillo varias veces durante toda la noche, no podía sentarse sin que la habitación girara a su alrededor, y apenas podía tomar un sorbo de agua sin sentir que iba a vomitar.

¿Cómo puede Dahyun hacer esto todo el tiempo?

La castaña gimoteó mientras el sol brillaba a través de su ventana, golpeándola directamente en la cara como una pelota de béisbol desviada. Ella intentó alcanzar y cerrar sus cortinas, pero eso sólo logró que se diera la vuelta y vaciara su estómago en el cubo de basura junto a su cama.

No estaba segura de cómo había llegado allí, pero se alegró.

Justo cuando Chaeyoung estaba a punto de morir, Dahyun entró en la habitación con una bolsa en una mano y una botella de agua en la otra.

"¡Buenos días!"

Un gruñido de la castaña con resaca la saludó bajo sus mantas. Dahyun estaba segura de que eso se traducía en algo así como, "¿qué tienen de buenos?"

La chica de piel pálida se rió y se dirigió a su amiga que sufría. "Toma", dijo poniendo la bolsa y la botella de agua en la mesita de noche de Chaeyoung, "Necesitas comer algo o de lo contrario te sentirás miserable todo el día".

Chaeyoung estaba segura de que tenía que estar bromeando. ¡¿Cómo iba a comer si ni siquiera podía tomar agua sin sentirse enferma?!

Sin embargo, Dahyun no iba a rendirse. "Vamos, dormilona", dijo tirando de las sábanas.

"¡Es por tu propio bien!" Con eso, logró quitar la manta, revelando a una enana malhumorada.

"¡Dahyun-ah!" Chaeyoung se quejó, mirando a su compañera de cuarto, quien simplemente se rió de la expresión de la joven.

"Vamos, me lo agradecerás más tarde".

Chaeyoung no estaba tan segura de eso, pero sabía que su amiga no se movería, así que de mala gana tomó la bolsa de plástico de la mesita de noche y examinó su contenido.

Dahyun le había traído un recipiente con fruta, un panecillo y algún tipo de sándwich; sabía que no podría comerlo todo, pero pensó que sería mejor que lo intentara. Decidió que la fruta sería la más fácil de comer y empezó con eso.

La menor miró a su amiga, que se estaba cambiando de ropa a una más cómoda. No estaba exactamente segura de dónde había ido la noche anterior, pero pensó que no era asunto suyo; Dahyun era lo suficientemente inteligente como para mantenerse alejada de cualquier situación peligrosa.

"Así que", dijo Dahyun sentándose en su escritorio. "¿Cómo te fue el resto de la noche?"

"Eh, realmente no fui a ninguna parte", contestó Chaeyoung, haciendo todo lo posible para no vomitar la uva que acaba de ingerir. "Sana me ayudó a volver aquí, luego me fui a la cama".

Chaeyoung se había emborrachado tanto que no tenía muy claros los detalles, pero definitivamente recordaba lo que había pasado antes de irse a dormir. Tuvo que sofocar un gemido mientras pensaba en las lágrimas que había derramado ante Sana. Ella nunca me dejará vivir con eso.

Incluso aún peor, fue recordar su encuentro con Mina. No estaba segura de por qué la idea de su breve encuentro de la noche anterior la hizo estremecerse tanto, ya que en realidad no pasó nada. No pudo evitar tener la sensación de que algo andaba mal con la otra chica. Quizás se peleó con Heechul-nim, pensó amargamente mientras tomaba un sorbo de agua.

"Woah, ¿por qué pones esa cara?"

Chaeyoung levantó la vista repentinamente. "Oh, uh, no es nada", dijo rápidamente sacudiendo la cabeza despreocupadamente. "Supongo que anoche me emborraché demasiado".

Dahyun la miró con incredulidad pero no dijo nada más sobre el asunto. En vez de eso, se dio la vuelta y abrió su laptop.

Chaeyoung miró su fruta a medio comer y decidió dejar de intentar comer el resto. La volvió a poner sobre la mesa y se acostó nuevamente en su cama, con la esperanza de dormir un poco más para no tener que pensar ni sentir nada.

Unas horas después, Chaeyoung se despertó en una habitación vacía. No estaba segura de dónde se había ido Dahyun, pero su jaqueca le impedía preocuparse por otra cosa que no fuera el dolor punzante en la sien. Lloriqueando, extendió la mano y agarró la botella de analgésicos que estaba junto a ella.

Aunque todavía se sentía fatal, definitivamente no se sentía tan mal como antes, por lo cual estaba muy agradecida.

Después de tomar un sorbo de agua y una pildora, Chaeyoung se recostó suspirando. Ahora que estaba despierta, no podía evitar que los pensamientos que había estado tratando de suprimir se arremolinaran en su mente.

Ella no sabía qué hacer, estaba segura de que no sería capaz de olvidar a Mina en poco tiempo, porque anoche ni siquiera había sido capaz de mirar a otra chica sin que el ángel de cabello oscuro apareciera en su mente, por eso, terminó bailando y hablando con chicos, sabiendo muy bien que era sólo una distracción en ese momento.

Aún cuando por fin pudo pasar un momento sin que Mina estuviera en su mente, (porque estaba muy ebria como para pensar en otra cosa que no fuera vomitar), la chica tuvo que aparecer en persona.

Sentía como si el mundo realmente quisiera que ella sufriera a manos de esta mujer.

Chaeyoung estaba a punto de intentar volver a dormir cuando escuchó a alguien en la puerta. Quejándose, se las arregló para levantarse de la cama, llevando su manta con ella y la envolvió alrededor de su cuerpo.

Al abrir la puerta, se esperaba que fuera Dahyun (su amiga olvidaba sus llaves a menudo y siempre volvía por ellas), pero se sorprendió al encontrar a una chica más alta en la entrada.

"U-um..." Chaeyoung tartamudeo, sin saber qué decir. "¿Hola...?"

"¿Cómo te sientes?" Preguntó Mina, su voz sonó algo debil y su cara se mostraba inexpresiva como de costumbre.

"Bien, supongo", contestó con calma la castaña. No estaba segura de por qué, pero se sentía culpable bajo la pesada mirada de la otra.

Esto no tiene sentido, pensó frustrada. No tengo nada por lo que sentirme culpable.

Mina tarareó en respuesta, sus ojos se movieron de arriba hacia abajo, mirando la figura de la menor en la entrada. Esto, por supuesto, causó un rubor en las mejillas de Chaeyoung.

Ambas se mantuvieron de pie una frente a la otra durante un momento, la castaña se empezó a sentir incómoda. "Así que..." dijo, titubeando. "¿Necesitas... algo?"

Mina se rió un poco. "Qué descortés", dijo, aunque no sonó molesta, sino más bien con tono de burla. Sin embargo, los ojos de Chaeyoung se abrieron de par en par, sintiéndose como una niña siendo reprendida por un adulto.

Mina suspiró un poco, haciendo girar su cabello oscuro sobre su hombro, "Sólo quería asegurarme de que no estuvieras tumbada en tu lecho de muerte". "Estabas hecha un desastre anoche".

La pequeña se sonrojó una vez más y se colocó torpemente la manta sobre sus hombros, "Sí... no bebo mucho, así que..."

Mina se rió entre dientes y dijo: "Lo noté".

Las cejas de Chaeyoung se unieron ante el comentario de Mina, sintiendo como si se estuviera perdiendo de algo. "¿Hice algo malo?"

La más alta volvió a mirarla fijamente y enderezó ligeramente su espalda: "No, en absoluto", dijo con seriedad. "En fin, veo que te va bien, así que me voy".

Chaeyoung simplemente respondió con un pequeño "Está bien".

Mina se dio la vuelta y comenzó a marcharse, pero se detuvo después de unos pasos, se giró y dijo: "No bebas más".

Dicho esto, la de cabello oscuro se fue a su propia habitación, dejando a Chaeyoung boquiabierta.

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