~ CAPÍTULO 7 ~

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La caminata de regreso a su dormitorio se sintió más largo que de costumbre antes de aquella noche. Tantas emociones se arremolinaban dentro de la castaña; tristeza, confusión, frustración, molestia. Con cada paso que daba, el dolor en su pecho se hacía más profundo y más fuerte.

Ni siquiera debería estar tan enojada, pensó Chaeyoung con indignación. No es como si estuviéramos saliendo o algo así. Es sólo un estúpido crush...

Ella seguía repitiendo ese pensamiento en su mente, Sólo es un crush, sólo es un crush, sólo es un crush...

A pesar de sus esfuerzos, sabía que se estaba mintiendo a sí misma. No es sólo un crush, ella estaba enamorada de Mina. La amaba con locura. Ella no sabía cuándo había sucedido, cuánto tiempo había pasado, o cuándo se había dado cuenta, pero sabía que era real. También sabía que le llevaría mucho, mucho tiempo superarlo.

La castaña dejó salir otro frustrado resoplido cuando entró en el edificio de los dormitorios y subió los escalones.

Mientras pasaba por el dormitorio de su amor de cabello oscuro, Chaeyoung se preguntó por un instante por qué Mina no había venido por donde ella había venido, ya que vivían en el mismo edificio. De hecho, nunca había vuelto al dormitorio al mismo tiempo que Chaeyoung cuando estaban juntas. Probablemente fue a visitar a Heechul-nim o algo así....

Otro resoplido más salió de los labios de Chaeyoung mientras abría la puerta de su propia habitación, lista para pasar el resto de la noche con su pijama de tigre, comiéndose todo el ramen y las fresas de su mini-nevera y viendo películas de romance cursi (o películas de terror sangrientas, aún no se había decidido).

O al menos, eso era lo que había estado planeando hacer hasta que abrió su puerta para encontrarse a Dahyun arreglandose y terminando su maquillaje. Oh cielos.

Chaeyoung sabía adónde iba esto, así que tan pronto como abrió la puerta, lentamente comenzó a retroceder de nuevo, cerrando la puerta lo más sileciosamente posible.

Chaeyoung sabía que no debía culpar a Dahyun por forzarla a salir cuando tenía el corazón roto, porque Dahyun no sabía que tenía el corazón roto.

No lo sabía porque Chaeyoung no le había dicho nada. ¡Demonios, la chica ni siquiera sabía que a Chaeyoung le gustaban las chicas!

Ante ese pensamiento, se detuvo. Espera. ¿Cuándo supe me gustaban las chicas?

La castaña nunca había pensado en ello. No es que ella tuviera ninguna razón para pensar en ello, en realidad; simplemente un día lo supo. Fue el día que vio a Mina por primera vez. Fue una semana después de que empezaran las clases, ella estaba en la cafetería desayunando, levantó la vista de su bagel y ahí estaba, pasando por delante de la mesa de Chaeyoung, como una diosa con su tazón de frutas, sin hacer caso a nadie.

Al recordar esto, Chaeyoung ni siquiera se había cuestionado a sí misma, sabía en ese momento que se sentía atraída por la chica y que no se sentía ni mal ni extraño, sentía que era lo más apropiado del mundo.

Ella nunca se preocupó por eso, no había necesidad. Ahora, sin embargo, decidió que quizás tenía algo que pensar.

Quiero decir, no es como si fuera Mina-sexual, pensó, mientras se reía levemente. Estoy segura de que hay otras chicas atractivas.

En ese momento, Chaeyoung decidió aceptar el hecho de que actualmente estaba siendo forzada a ponerse su mejor falda y camiseta sin mangas. Esa noche, la castaña se decidió, esta noche seré como una universitaria normal.

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