Fue, es y seguirá siendo el mejor recuerdo guardado.
Hoy 25 años después, sólo y en medio de la gran ciudad, me encuentro sentado en medio de un gran silencio, que me rodea, y me pongo a pensar, en todo esos momentos pasados, cuando no había ningún compromiso en la vida.
Cuando todo lo que pensaba y pasaba era bonito.
Mis padres hacían que nuestros días fueran maravillosos.
Ellos solo querían vernos felices.
No con las cosas más caras que hay, sino con el cariño mas grande que ellos tenían para darnos.
Cuantas cosas ellos no comían, para que nosotros pudiéramos comer, ¡eso hacia mi mamá!
Cuantas horas dejaba el trabajo, hacia espacio para estar con nosotros.
El grande esfuerzo que ellos hacían, todo para darnos vida y un buen desarrollo de vida.
Mama y papa, trabajaron fuertemente, demasiado fuerte para nosotros.
Las amistades de niños, los chicos que ya no volví a ver.
Jamas volverán, esos días en el que nos juntábamos todas las tardes, para platicar de lo que nos pasaba, durante el día, o simplemente hablar de cosas sin sentidos. Ese tiempo marcó nuestras vidas, todos pensando en un futuro diferente y todos haciendo ilusiones por un buen futuro y el escritor llego donde su mente jamás pudo llegar.
Pasaba la tarde, entraba la noche.
Y nuestro grupo en la oscuridad seguían sentados a la orilla de las calles de tierra, del caserío en las montañas, donde vivíamos y seguimos viviendo.
By Alex SP
