TU AUSENCIA

11 0 0
                                    

Su ausencia fue sin mi presencia,
Pasaban horas tras horas, cada minuto se hacía eterno.
Hacia Dios se eleva un clamor; cada instante se hacia más fuerte.
Daban altas horas de la noche, se sentía ese fuerte frío de noviembre, en ese espacio cada momento se tornaba más tenso.

Él se aferraba cantando y clamando
a Dios, apoyado en esa persona que un día Él, con sus propios ojos los vio crecer. Se pudo observar una pequeña sonrisa en medio del dolor.
No sé logro escuchar nada más.
Se había cortado el tiempo, se había marchado el momento, nadie dijo nada.

¿Quien se atrevería a contar ese momento?.
_Que en una cama de madera mi maestro se había marchado, no como el quiso que fuera. Luchó como pudo, Dios le dio lo necesario, logro ser cada día el mejor. Buen ejemplo, buena persona. El viejo sabio de las montañas.
Duele mucho el corazón al momento de recordar, ese corazón tan noble.
¿Cuantas cicatrices?
¿Cuantas batallas?
¡Se había marchado, se había ido mi maestro!.

_El quien se sentaba y esperaba que alguien viniera  y lo acompañara.
Aquel visitante que  apoyado sobre un bastón de madera llegaba a casa.
Él que me regalaba un libro tras otro.
El que de su boca, jamás faltaron sugerencias  y más consejos.
Padre, abuelo, el gran amigo y maestro.

Extraño esa sonrisa de su rostro.
Extraño a ese personaje de manos surcada, tantas cicatrices que la vida le dejó, todavía no puedo creer que se haya marchado para siempre, si siempre quise que estuviera aquí con nosotros. Que nos viera crecer  y un día ser grandes.
Todavía extraño esa forma y manera de hablar; de mi oído susurra esa voz grave cuando hablaba, dominante del español, el qué aprendió a leer solo, sin ningun maestro, el quien cómpro libro tras libro, para su lectura.
Una biblia la más cara que existió en la familia.
Ese gran baúl en la sala, el que yo admiraba, todos aquellos libros ahí guardados, cuando niño lo ví, alguien inalcanzable.

Me alegra pensar en tu vida, en tu ejemplo y sonrío.
Siempre tengo muy presente; el seguir tus huellas día tras día.
Hay veces que logro y otras veces me envuelve una debilidad tan grande.
Hay días que me cuesta sonreír, otras  veces el corazón  está destrozado.
Hay días en las que lucho con todas mis fuerzas y hay días en las que me desespero  y pienso que no vale la pena seguir, pero en medio de todo eso, no olvido lo que decías.
Tus consejos, que aprendiera varios trabajos y nunca me quedaré sin alimento, que nunca pasaré por hambre, que buscara de Dios siempre   y nunca me sentiré solo en ningún  momento.

Los días pasan y vamos creciendo  vamos al momento que ya te toco, vamos luchando y vamos ganando.
Te cuento que  Dios siempre ha sido fiel; como cuando estaba contigo, poco a poco hemos avanzado, Dios ha estado en ese proceso y sonrío al recordarte y recordar tus buenos consejos.
Gracias por esos momentos compartido conmigo; aprendí mucho y sigo aprendiendo cada día, uno tras otro.

                                                    By Alex SP

*El Baúl Del Recuerdo*(Editando...)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora