CAPÍTULO 6: EL FINAL

2 0 0
                                    


El día de la llamada de Mia no podía creerlo. Se había terminado, en tan poco tiempo y a nada de irnos de viaje...¿Qué había pasado?

No quiso hablar del tema, solo informarme de que Scott y ella ya no estaban juntos. Yo supongo que se les hizo muy dura la distancia, pero nunca supe la verdadera razón de su ruptura.

Cuando colgué el teléfono con ella escribí a Scott rápidamente, necesitaba verlo y sabía que él no querría estar solo. Quedamos en el Delirium para tomar algo y hablar. Estaba destrozado, creo que nunca le había visto así. Pretendía aparentar ser fuerte, pero en sus ojos se veía debilidad y se podía apreciar el dolor que le estaba devorando por dentro. Al menos a él podía abrazarle, porque suponía que Mia estaría igual y a ella no podía verla tan fácilmente...

Como era de esperar, el viaje se canceló. Evidentemente Scott y Mia no querían verse. Para mí en realidad fue un alivio, porque no sé si habría aguantado la situación de estar los cuatro siendo ellos pareja y yo escuchando a Axel hablando todo el rato de su novia. No quería verme en ese determinado momento.

Mia se distanció de todo, incluso de mí. Yo sabía que le estaba costando superarlo, pero no iba a ser mejor si desaparecía de todas nuestras vidas. Es más, era una decisión estúpida. Por otro lado, Scott empezó a hacer cosas durante todo el día para mantener la cabeza ocupada, así que tampoco le veía. Al igual que a Axel, quien se había centrado tanto en su relación que dejó a sus amigos en segundo plano.

Por mi parte yo seguía con Jake, con Michael y con Rose. Chloe tampoco daba muchas señales de vida, para ser exactos. Nosotros empezamos a juntarnos con otros chicos, entre los que mi amiga encontraría al que sería su novio durante los próximos tres años. Fue una historia muy bonita mientras duró, pero en cierto momento tuvo que acabarse porque ya no era sana.

Pasábamos las tardes en el parque, sin hacer realmente nada importante, pero se estaba bien. Hablábamos un poco de todo, nos reíamos, a veces llorábamos también, estábamos muy unidos. Pero llegó un momento en el que la vida del parque ya no me llenaba, quería volar del nido, sentía la necesidad de irme. Estaba en el último año de carrera y mi ciudad natal se me quedaba pequeña.

Decidí hacer el máster en el sur. No sabía cómo dar la noticia a mis amigos... ¿qué pensarían? Seguro que no me echarían de menos. Me había costado mucho tomar la decisión de irme, dejaba atrás toda mi vida, pero necesitaba hacerlo. Sentía que si me quedaba aquí no avanzaría nunca. Después del verano cogería mis maletas y me marcharía. Pero hasta entonces quería disfrutar.

HogarWhere stories live. Discover now