Jade
Salgo a caminar por las ahora destrozadas calles de Inglaterra, están despobladas, silenciosas y el ambiente es tenso, definitivamente nada esta bien, pero...¿Cómo algo podría estar bien después de una guerra?, toda Europa esta devastada, casas derrumbadas, edificios destrozados y por ende cientos de familias sin hogar, niños sin papas, papas sin hijos, personas que perdieron el amor, corazones destrozados y lagrimas derramadas.
Tantas cosas pérdidas por la avaricia y arrogancia del hombre.
Me detengo y miro mis pies, debajo de ellos hay cemento cuarteado, balas, armas y sangre, mucha sangre, levanto la vista miro a mi izquierda, un hotel, ahora decido girar a la derecha,una boutique hecha pedazos, a donde sea que gire hay destrucción, miedo y angustia, me da tanta rabia no poder hacer nada.
Caigo al suelo desplomada como todos esos soldados,mujeres,niños y ancianos que murieron, cubro mi cara con ambas manos y no me aguanto las ganas de soltar un ruidoso sollozo, lagrimas gruesas corren por mis mejillas y terminan en mi boca, son saladas, ya no importa nada, me pongo de rodillas y recargo mi cabeza en el suelo sin dejar de llorar, todo mi vestido rosa pastel se mancha de polvo, tierra y sangre pero a estas alturas eso realmente no me interesa.
Veo una sombra pasar por mi lado y temo, temo a que algo me pueda pasar, siento que alguien me toma por el brazo y hace todo su esfuerzo por levantarme, me paro sin hablar y lo veo, un chico, realmente lindo, me lo quedo mirando atentamente, hace mucho que no veía a un chico tan guapo.
-No puedes estar acá, es mejor que vayas a tu casa - El agarre que ejercía sobre mi brazo dolía.
-De acuerdo, suéltame - Dios, lo que tiene de lindo lo tiene de insoportable.
-Es por tu seguridad - dijo mirándome a los ojos.
Son realmente lindos, verdes, profundos y escondían algo, veía tristeza en sus ojos, baje a su nariz era fina y delgada, seguí mi recorrido por su cara y me encontré con sus labios, eran delgados y de un rosa pálido, viaje a su mejilla y vi una mancha negra y mi único impulso fue tocar su mejilla he intentarla quitar ,quitar el polvo.
Toma mi mano y la retira rápidamente como si mi toque le causara dolor como si fuera alérgico a mi, como reflejo me hecho para atrás, y puedo verlo de cuerpo completo, es un soldado, un jodido soldado alemán.
Salgo corriendo rumbo a mi casa y en el trayecto tengo algunos tropiezos gracias a las enormes piezas de piedra.
A lo lejos logro ver mi casa, sin tocar la puerta entro y subo a mi cuarto y de un portazo cierro mi puerta, tomó asiento en la orilla de mi cama y me pongo a pensar:
"No me puedo sentir atraída por un soldado, un hombre cruel y despiadado que mata sin importarle lo demás, si le hace eso a las personas imagínate que no me haría si estuviera con el, debo sacarlo de mi cabeza, y no es una sugerencia o una opción, es una orden"Me quedo mirando a un punto fijo hasta que la puerta se abre y hace que desvíe mi mirada, es mi hermana, es Jesy.
- Jade, dice mamá que bajes a comer - dice esa pequeña e inocente niña. Sin repelar la tomo de la mano y cierro la puerta detrás de nosotros, bajamos las escaleras y entramos al comedor.
- Niña, ¿Porque llegaste así de agitada?, te demoraste demasiado, me dijiste que solo irías a comprar un poco de frutas - mi mama se ve realmente molesta.
- Lo lamentó - las 3 nos sentamos y al parecer a Jesy le gusta que me regañe porque se está aguantando una carcajada.
- ¿Y la fruta?- Carajo, que le digo.
- No la traje, lo lamento tanto
- Vas por fruta y no traes la fruta, ¿Qué clase de persona eres?- eso sonó gracioso, dirijo mi mirada a Jesy y suelta una risita que hace reír a mi mamá y a mí.
Así pasamos la comida entre risas y pláticas, que lindo es que esos momentos vuelvan a tener vida.
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Amor En Tiempos De Guerra
RomansaEl amor es lo más parecido a una guerra, y es la única guerra en la que es diferente vencer o ser vencido, porque siempre se gana- Jacinto Benavente. ¿Porque tuvo que ocurrirme en el momento más difícil? ¿Acaso no se pudo esperar? ¿Porque a mi? ¿Que...