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«¿Por qué no me contestas?».

WooHyun había enviado el mensaje hace tres horas, y desde ese momento no se había movido de su lugar en el sofá, vestido con la misma ropa de la noche anterior, envuelto en una sábana y mirando su teléfono. 

Muy en el fondo estaba consciente del ruido de la televisión, pero realmente no le prestaba atención, solo la había encendido para no lucir patético ahí sentado y para que no hubiera silencio. 

Había pasado una semana completa desde la última vez que vio a SungGyu y se estaba volviendo loco. 

Se había sorprendido, porque había aguantado un día y medio sin saber de él, hasta que se rindió y decidió mandarle un mensaje, pero no obtuvo respuesta. Había esperado como loco una respuesta, un mensaje chistoso o sucio como los que siempre le mandaba, un mensaje que lo tuviera sonriendo como loco, pero nunca lo obtuvo. 

Su «¿Por qué te fuiste?» no había sido respondido, al igual que el resto de sus mensajes. Había intentado llamar una vez, pero la voz de SungGyu en su buzón, lo había vuelto aún más loco y no volvió a intentarlo. 

Los únicos mensajes que yacían en su bandeja de entrada eran de SungYeol y de su mamá, y probablemente en otra situación se estaría quejando de su falta de vida social, pero solo podía pensar en SungGyu. 

No estaba seguro de lo que el pelirrojo pensaba acerca de su relación, o lo que sea que tenían. Pero podía jurar que también sentía algo, lo pudo ver en sus ojos la última noche y lo pudo sentir en la manera en que el chico se aferraba a él, como si nunca quisiera dejarlo ir. 

Pero se había ido. 

¿Qué tal si WooHyun estaba equivocado? 

Tal vez SungGyu nunca sintió nada y se fue porque WooHyun se estaba encariñando mucho. 

Tal vez estaba asustando al pobre chico con sus constantes mensajes. 

Lo hizo sentir mejor, saber que tampoco le estaba contestando a SungYeol. 

Pensar en que probablemente él era el único de los dos que sentía esta cosa, esta necesidad de seguir juntos, lo aterraba horriblemente. Porque si solo WooHyun lo sentía, ¿cómo iba a superarlo? Estaría solo para siempre, envejecería pensando en esa sonrisa en forma de corazón con ojos pequeños y cabello rojizo. 

Pero la peor parte no era preocuparse de si SungGyu también pensaba en él, era simplemente el hecho de extrañarlo. 

Extrañaba jodidamente mucho al pequeño idiota, la manera en que siempre tenía hambre, y por supuesto que extrañaba su estúpido y asqueroso café, extrañaba la forma en que cantaba despacio cuando pensaba que WooHyun no lo escuchaba. 

Era un constante dolor en el pecho de WooHyun. 

Había cosas que le recordaban a SungGyu en todos lados. El miércoles había encontrado uno de sus suéteres debajo de la cama. Se sentó en el piso aspirando el perfume que aún seguía ahí, y después paró, pensando que eso era raro. 

Así que, sí. WooHyun extrañaba la risa fuerte de SungGyu, y su maldita sonrisa en forma de corazón... pero no tenía ningún derecho a extrañarlo. 

SungGyu no era suyo. 

WooHyun siguió observando su celular, pensativo antes de teclear otro mensaje. Vaciló con el botón de «enviar» un par de segundos, pero eventualmente lo hizo. 

«Perdón». 

Había pasado otra semana. 

❥For angels to fly | ➳[WooGyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora