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A las ocho de la noche en punto, tocaron su puerta.

WooHyun acababa de salir de la ducha y tenía puesto un pantalón y una playera suelta. Estaba sentado en la sala, observó la puerta cuando volvieron a tocar y le puso mute al fútbol. 

«Estás siendo ridículo», pensó cuando se encontraba mirando la manija de la puerta, como si fuera a morderlo. 

Resulta que no se sorprendió para nada cuando, vio a SungGyu parado del otro lado, con las manos en los bolsillos y una expresión de culpa. El moretón estaba menos verde, y no tenía sangre en la cara pero se veía más o menos igual que la noche anterior. 

—Sabes, esta escena se me hace un poco conocida —dijo WooHyun recargándose en la puerta, SungGyu sonrió y el moreno se tuvo que morder el labio para no sonreír de vuelta—. Excepto que, tú sabes, por la falta de sangre y dolor, y también no son las tres de la mañana, así que estoy lo suficientemente despierto como para sacarte a patadas de aquí, si siento que es necesario. 

—¿Lo harías? —preguntó SungGyu, sin preocupación alguna. 

—Eso depende de por qué estás aquí. Si estás aquí para hincarte y disculparte, o me traes regalos y tu arrepentimiento, ¿quién sabe? Tal vez y te invite a pasar. Pero si vienes a gritarme en la cara, tendré que negarme a... —WooHyun dejó de hablar al darse cuenta de la sonrisa en la cara de SungGyu—. ¿Qué? 

—Estás balbuceando. 

—Sí, pero yo... balbuceo la mayoría de las veces, y... ¿Sabes cómo son muchas personas con un tic nervioso? Pues es así como soy yo... Bueno, así me comunico y pues... 

Y fue ahí, cuando SungGyu dio un paso al frente y tomó el rostro de WooHyun para ponerse de puntillas y juntar sus labios. 

WooHyun paró de hablar por completo y tomó a SungGyu por la cintura. Ambas bocas moviéndose con desesperación y al mismo tiempo con dulzura. 

El más alto no pudo evitar pensar en la primera vez que se habían besado. La forma en que él, embriagado por el alcohol y por el sabor de los labios de SungGyu, había detenido el beso para preguntarle: «¿No se supone que las prostitutas hacen todo, menos besar en los labios?»

Podía recordar perfectamente la risa fuerte del pelirrojo contra sus labios y después había hecho un movimiento con su lengua que hizo que WooHyun gimiera y perdiera el sentido de coherencia. 

No había pasado tanto tiempo desde eso, y de todos modos, la forma en que SungGyu sostenía su cabeza y hacía presión con sus labios se sentía como algo completamente nuevo. 

SungGyu no era gentil en la forma en que lo besaba; comía de la boca de WooHyun con intención, presionando con rudeza sus labios y sus manos acariciando desde la nuca de WooHyun, hasta la parte más baja de su espalda. Lo besaba rudo, como con miedo de que si lo hacía lento, WooHyun lo empujaría y detendría el contacto. 

WooHyun, por su parte, no hacía nada más que un sonido de sorpresa que escapó de su boca y después dejó que SungGyu tomara el control por completo. Tenía sus brazos rectos en los costados y sus ojos abiertos observando los párpados cerrados del pelirrojo. 

Su cabeza no registraba, que lo que había soñado por tanto tiempo, estaba sucediendo. 

SungGyu presionó sus labios aún más fuerte, insistente, esperando a que WooHyun respondiera, pero el cerebro de este estaba muy ocupado tratando de registrar las cosas, así que se quedó quieto. El bajito pareció notar la falta de entusiasmo de WooHyun, así que decidió intentar un método diferente: sus movimientos se suavizaron, y el beso se volvió lento y tierno. 

❥For angels to fly | ➳[WooGyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora