I'm Into It. (MagconTour)

#Girls Aventures.. ¿Todos Juntos?.

–¿A dónde vamos?– pregunté.

Maggie había tomado el control de todo, ella conducía además, insistí en no quitarle el moño rojo al coche ya que se veía lindo..
Llevábamos como veinte minutos de camino a no sé donde.

–Hice una lista, escucha atenta;

Uno; Iremos a desayunar a un lindo lugar.
Dos; Vamos de compras.
Tres; Nos tomaremos unas lindas fotos con un amigo mío que es fotógrafo.
Cuatro; Iremos a pasear por Italia.
Cinco; A almorzar por ahí para después ir a un Spa y al centro de belleza. Necesitamos un bronceado urgente.

–¿Entendiste?– apartó la mirada en un semáforo en rojo y me observó.

Sonreí asintiendo, hasta que en la radio empezó a sonar la canción que amabamos a los doce años. Party In The U.S.A de Miley Cyrus.. Grabe toda la canción cantada por nosotras a gritos y la subí a Snapchat.
Soltamos una carcajada, eramos tontas, y hasta este momento no me he dado cuenta de cuanto la he extrañado.. Recibimos muchas notificaciones ya que la he etiquetado, además de que ella sea un Angel de Victoria Secret's las redes prácticamente se habían vuelto locas.

–Dios.. No había escuchado esa canción en un buen tiempo.– rió tratando de cotrolar su risa.

–Yo tampoco.– puse una mano en mi pecho.– ahora sí, cuentame bien que ha pasado con el "Padre" de Lonnie Lu.– me voltee un poco para poder mirar su perfil.

–Bueno.. Uno de esos días en los que estuve en California, salí con Sarah a el centro ya que necesitaba algunas cosas, íbamos muy felices de la vida hablando hasta que de lejos veo una cabellera castaña que para nada me resultó agradable..– bufo.– lo peor es que llevaba a Lonnie conmigo. Él la vio y quizo acercarse a ella, a lo que yo la alejé rápidamente. Dijo querer hacerse cargo de ella y pidió permiso para verla..– aparcó en un restaurante hermoso. Bajamos tomando nuedtros bolsos.

–¿Y qué pasó?¿Le dijiste algo?– nos sentamos en una mesa esperando a que nos atendieran.

–Obviamente que sí, le dije que no quería que tuviera ningún contacto con mi hija. No me convence ni mucho menos me agrada la idea.. Después de todo no puede venir así como así a hacerse cargo del papel de padre fatal. No después de haberme pedido que abortara, diciendo que era una perra y que ese bebé no era suyo, dejándome sola con el embarazo y todo lo demás..– una chica de unos años más grande que nosotras vino a atendernos con una libreta.

–Buenos días, ¿Qué desean ordenar?.– sonrió amable.

– Hola, yo quiero un café negro con una dona de chocolate y chispas, por favor.– asintió a la orden de la rubia y se centró en mi.

–Yo quiero un latte con caramelo y dos muffins de arándanos, por favor.– asintió yéndose.– Haber.. Maggie, yo entiendo tu molestia y todo lo demas, pero ¿no crees que a lo mejor éste arrepentido?– abrió sus ojos como platos.

–¡¿Estas loca?! Una persona como él no se arrepiente tan rápido. Harry es un completo enfermo, y no me importa lo que diga, no voy a dejar que se atreva a siquiera mirar a mi hija.– hice una mueca.

–Lo sé.. Como sea, sabes que cuentas conmigo y que papá tiene varios abogados de buen porte por si acaso.– no creo que lleguemos a una de esas situaciones, pero como ella dijo; Harry es un enfermo.

–Si, gracias..– dio un apretón ligero a mi mano por sobre la mesa.– Gracias.– dijimos ambas a la chica que nos trajo el desayuno.

Una vez lo terminamos, pagué yo rápidamente o sino lo haría ella al completo.
Salimos del local y nos montamos otra vez en la camioneta, mientras hablabamos de cualquier cosa entre a Instagram, viendo varias fotos nuestras en el restaurante dónde desayunamos. Estas personas sí que son rápidas cuando quieren. Tenía muchas menciones, y cuando las vi casi muero de ternura.. Eran los chicos en el aeropuerto, Nate llevaba específicamente a Lonnie en brazos, mientras Jack iba a su lado cargando una pequeña mochila rosa con ositos baige's.
Se la enseñé a mi amiga y ambas soltamos una expresión de ternura, me la robe sacándole un Screenshot y la publique en un History de la misma App.
Ocho minutos después, nos encontrábamos bajando en el mismísimo centro de Génova, donde estaba lleno de tiendas de ropa, accesorios y todo lo que esperes encontrar. Cerramos el auto poniendo la alarma por si acaso, aunque aquí nadie roba.