Austin, Texas. 1/1

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Salir, o no Salir..

Al final la curiosidad gana por encima, y descalza, decido salir a echar un vistazo.
Saco la cabeza por la puerta entre abierta y miro a ambos lados, no hay nadie. Pero.. Las puertas del elevador están cerrándose, salgo de la habitación, cerrando con extremo cuidado la Puerta.
Me pueden las ganas de saber quién de los chicos está despierto a esta hora. Bueno.. Solo había una pareja en este mismo piso.
Aun así, veo más probable que sea algún integrante de Magcon.

Me apresuro a llegar al elevador, marca el primer piso, en ese está la piscina, creo.. Y ahora entiendo, con este calor a cualquier persona le debe dar ganas de nadar. Así que presiono el botón dorado, llamando de regreso el ascensor para poder bajar.
Una vez adentro hago el mismo procedimiento, apretando el botón con el número uno en relieves.
Mi camiseta de tirantes se pega un poco a mi cuerpo por el sudor que emana. Es un asco, lo sé. Pero me interesa más saber quién interrumpió mi ducha que ir, y solamente bañarme para luego acostarme otra vez.

El ascensor tintineo cinco veces antes de abrir las puertas, dejándome en recepción, del lado izquierdo había un grupo de sillones y sofás individuales en color rojo, una alfombra de pelo negra, y una mesa de cristal en medio con un florero y libros a su lado. Del lado derecho tenía una U, donde detrás de ella se colocaban el personal del hotel para dar habitaciones. Más adelante había una barra, supongo para entretener a los clientes con tragos mientras atienden a demás personas.

Seguí caminando, hasta doblar en un pasillo, donde por ambos lados se dividían, a la derecha tenía el comedor, y a la izquierda los baños. En frente, separando la entrada con el area de piscina; tenía grandes paneles de cristal que te permitían ver del otro lado.
Empuje la puerta, era pesada pero conseguí estar del otro lado.
Miré en todas direcciones, la Sala estaba completamente vacía.

No hay nadie.

Fruncí el ceño y suspire. Tal vez solo había sido alguien de mantenimiento limpiando el pasillo y yo creyendo que uno de mis amigos podría andar de pillo por ahí.
Como sea, ya no tenía sueño, por lo que me senté en la orilla de la piscina y metí mis pies, dejando que el agua me cubra hasta las rodillas. Comencé a patalear, permitiendo que mi cabeza vea las luces que iluminaban el agua, de forma extraña. Casi mágica podría decirse.

Reí negando con la cabeza. Lo que hace; estar despierta a altas horas de la noche.

–Creí que estabas loca, pero ahora lo confirmo.– casi grito por el susto que me causó escuchar una voz de repente.

Sin embargo me tranquilicé, la conocía demasiado bien como para salir corriendo.

–¿Qué te hace creerlo?– pregunté sin dejar de mover mis pies.

Ví de reojo como se sentaba a mi lado, colgando igual las piernas, entrelazando sus manos al frente mirando la nada..

–No lo sé, tal vez por la forma en la que saltaste hace unos días a la parte profunda de la piscina sin saber nadar.– respondió con sarcasmo desbordando de su ser.– o quizá por la forma de reaccionar que tienes cuando alguien te pide un abrazo.

–¿Qué esperabas? Esa niña tocó un lado sensible en mí, además, ¿Me consideras una loca por ello?, – lo miré con una sonrisa extraña.– Te sorprendería lo que soy capaz de hacer.

Moví mi cabello hacía atrás, apoyando mis manos en el suelo de baldosas como sostén para mi cuerpo, cerré los ojos disfrutando del sonido del agua siendo abatida por nuestros pies, los grillos se escuchaban afuera a pesar del ruido que provocamos.
De pronto, solo yo me encontraba haciendolo. Abrí los ojos.

–Tienes razón.– se levantó de mí lado, me miró y luego al agua.– Demuestrame que tan loca estás,– llevó sus manos al borde de su playera.– como para permitir que te enseñe a nadar.– terminó de quitársela para dedicarme una sonrisa y lanzarse de bomba a la piscina.

I'm Into It. (MagconTour)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora