(Haley)
—¡Vamos, no seas aguafiestas! —me reclamó por quinta vez Kyle.
Solté un suspiro, ya cansada por su insistencia.
—¿Sabes que las elecciones son en casi una semana? No tengo tiempo.
—Pero si ya tienes a April Granger de tu lado. ¿Has escuchado alguna vez que a esa chica no le haya funcionado un plan? —negué con la cabeza—. Pues entonces no debes preocuparte.
Volqué los ojos. El instituto ya estaba acabando y por supuesto Kyle no se separó de mí en ningún momento, lo que claramente molestó a April y Lauren, quienes habían estado esperándome para sentarnos juntas en la cafetería. Pero Kyle me obligó a sentarme junto a él.
—No voy a ir a la fiesta de O'Connor —volví a decirle.
La noticia había volado en el instituto cuando este había credo el evento en Facebook durante la mañana. Extrañamente había sido invitada, pero no me quejaba, se veía que iba a estar genial, aunque no iba a asistir. Había tenido una mala experiencia en las fiestas, así que mejor iba a ahorrármelas desde ahora en adelante.
—Y si Tyler viene, ¿irías?
Al escuchar el nombre de la mata de cabellos rubios no me quedó otra que evitar la mirada de Kyle, ya que no quería que notara mis mejillas sonrojadas. Pero por supuesto fue inevitable que se diera cuenta.
—Mierda, ¿pasó algo entre ustedes? —al no recibir respuesta este abrió mucho los ojos—. ¡Paso algo entre ustedes!
Negué de inmediato, a lo que este entrecerró los ojos.
—No te creo.
Me encogí de hombros y cerré de una vez mi taquilla, caminando hacia mi última clase. Por supuesto Kyle siguió junto a mí intentando alcanzarme con su silla de ruedas. En el momento que lo escuché jadear por todo el esfuerzo que estaba haciendo para no quedarse atrás, me detuve.
—¿En serio? ¿Tienes que ir escoltándome a cada una de mis clases?
No quería sonar dura, pero tenerlo detrás de mí todo el día me había impedido hablar con Lauren y April en el almuerzo. Y ni siquiera había podido cruzar una sola palabra con Marie en todo el día, ya que además de no haberla visto Kyle me mantenía todo el tiempo en una conversación sobre cualquier estupidez.
Este sonrió, como siempre, y noté que su piel no era tan oscura como creía. Al no recibir respuesta de su parte volví a seguir mi camino, y cuando creí que se había ido vi que varios ojos me comían entera. Entonces supe que estaba siguiéndome y, peor aún, llamando la atención de todo el pasillo.
—No vas a librarte de mí, Haley Dickens —sentenció por detrás—. Tyler quiere que estés a salvo.
Me quedé quieta y me di la vuelta para mirarlo. Luego me acerqué para que nadie lo escuchara.
—No puedes hablarle ni verlo —sabía que me estaba comportando como una niña, pero ahora mismo lo único que quería era tener un momento a solas.
—¿Y qué? No necesito hablar con él ni mucho menos verlo para saber lo que desea. Y créeme, tú encabezas la lista.
No sabía qué decir. Luego de lo que había pasado ayer todo estaba muy tenso. Mamá justo irrumpió en mi habitación cuando estábamos en contacto, rompiéndolo de inmediato. Y así fue como luego de celebrarlo con Holly y mi madre, saltando, gritando y riendo, Tyler se quedó en una esquina observando. En realidad, observándome a mí, lo que me hizo ponerme muy nerviosa. Aunque finalmente se acercó y nos pusimos a saltar, sonriéndonos, riendo y olvidándonos de todo. Pero ahora no lo veía desde la mañana, cuando me dijo que iba a ver qué tal su familia.
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Mi Ángel Guardián II: La mentira mata
Teen FictionTyler y Haley, ya los conoces a la perfección. Dos estilos de vida que por azar del destino han sido unidas. ¿Por qué? O mejor dicho ¿Para qué? ¿Cuál es el propósito? Ahora ya nada es lo mismo, las cosas han cambiado, las personas tampoco son las m...