Capítulo 4

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Palabras en español: como muchos sabrán, Honey es latina. Así que cuando esta con Miguel ella habla en español.

*Les recomiendo reproducir el vídeo durante la escena.  

En el latido de mi corazón

Subió las escaleras corriendo, tenía toda la cara húmeda de lágrimas, su respiración estaba acelerada. Agradecida internamente que no se hubiera topado con Tía Cass, no estaba para dar explicaciones.

Se adentró a su cuarto rápidamente azotando la puerta. Se recargo en esta y se tiró al piso lentamente. Nuevamente lagrimas empezaron a caer. Se sentía terrible, todo había sido un desastre.

Lo había buscado por toda la universidad, preguntando en las clases que ese día le tocaba. Pero no lo encontró, aparentemente se había saltado todas las que ese día le tocaba. Inmediatamente se puso ansioso tomando en cuenta que había salido de casa muy temprano.

Recordó de un lugar que, el mexicano le había mencionado, era su favorito para practicar, ya que este era tranquilo y había una frondosa jacaranda. Rápidamente se dirigió hasta el jardín detrás de los edificios, al acercarse inmediatamente pudo oír el canto de su guitarra, lo reconocía muy bien.

Ahí estaba él, dándole la espalda con dirección a la jacaranda. Tocando la guitarra, tenía los ojos cerrados escuchando la música que producía. Su ritmo cardiaco empezó a acelerarse. La imagen era hipnótica a sus ojos. Como sacado de una novela de las que leía su tía.

El moreno empezó a cantar, y todos los sentidos de Hiro se agudizaron inmediatamente. Reconocía la canción, Miguel la estaba cantando muy seguido últimamente, pero esta no era como aquellas veces, esta era especial. Parecía como si el latino tratara se comunicarse algo por medio de su canción, como si su alma estuviera escribiendo la letra. Esta ocasión la estaba cantando con todo el sentimiento del mundo.

Como la letra era romántica, se puso nervioso. El mexicano parecía que la estaba cantando para alguien mientras lo recordaba. ¿Quién sería? Las dudas llegaban, pero decidió ignorarlas para poner su total atención en la canción de Miguel, sería un pecado no hacerlo.

Miguel era hermoso a sus ojos, también lo más complicado con lo que se ha topado. Entender como producía todos estos sentimientos en él era lo difícil, pero tratar de igual manera producirlos en este era, a sus ojos, imposible.

Y ese mismo día comprobó su hipótesis, cuando este lo rechazo de manera indirecta, justo antes de declararse. Odiaba tanto en ese momento tener siempre la razón.

Se sentía estúpido e infantil. Entendía que todo lo que estaba sucediendo era química funcionando en su cerebro. Pero eso no le quitaba el hecho que dolía, valla que lo hacía.

Lo peor de todo es que Miguel lo había visto llorar, eso era lo último que quería. Miguel, a pesar de todo, no tenía la culpa. Toda la culpa la tenía el mismo, por enamorarse, por ilusionarse con una sola noche que no había significado nada y por querer entregarlo todo sin estar seguro de lo que sentía Miguel. Grandísimo idiota.

Las lágrimas no cesaban, su corazón dolía horrores, como si se fuera a romper en cualquier momento. Era un dolor parecido al que sintió con la muerte de su hermano Tadashi, pero al mismo tiempo era muy diferente.

Se tiró completamente al suelo y miro el techo como si este tuviera las respuestas a todo.

No se arrepentía de haberse enamorado de Miguel, por muy ilógico que esto sonaba. Porque este amor le había enseñado a querer de una manera en la que se podía entregar todo, le hizo ver muchas cosas, como que era posible amar las imperfecciones de alguien, que una persona podía hacerte tocar el cielo y al mismo tiempo el infierno. El amor hacia Miguel le había ensayado algo que la ciencia no podía explicar con exactitud, lo que el amor era y lo que podía provocar.

En el latido de mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora