7-Desligación

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Sus palabras resonaron en mi mente, estaba desconcertada ante la propuesta y ante la última emoción que cayó en mis ojos. No sabía si era realmente Will el que hablaba, ¿Por que me querría cerca de el? ¿Tenía aquella emoción algo que ver?

Sabía por la intensidad de sus emociones que si mi respuesta era no, William no me dejaría ir. No podía ir con él, necesitaba volver a mi vida y si decía que no a William el me forzaría.

-No puedes volver Irina.

-Claro que puedo, sé controlarme.

William sentía con muchas fuerzas, me abrumaba lo fuerte que sus emociones eran, a tal punto de que llegaran afectarme a mi.

-¿Por qué quieres que me quede?

-Quiero verte.

Frente a sus palabras mi cuerpo reaccionó, un dolor provino desde mis entrañas e invadió todo mi ser, mi espalda crujía y mi cuello quemaba, no sabía lo que sucedía

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Frente a sus palabras mi cuerpo reaccionó, un dolor provino desde mis entrañas e invadió todo mi ser, mi espalda crujía y mi cuello quemaba, no sabía lo que sucedía. William tocó mi rostro con suavidad y se inclinó hacia mí, no podía ver nada. En medio del dolor cerré con fuerza mis ojos y sentí como mi garganta encerraba un grito de angustia. Casi no podía respirar. Era la Desligación.

El vampiro me tomó en sus brazos y con su manos en mi rostro muy cerca de mi comenzó a recitar unas palabras.

-"He traído al mundo sangre nueva, he traído al mundo una vida nueva, no para desequilibrar, no para confundir. Traigo un ser secreto un existir infinito sin mal ni bien, para dudar y creer, para dominar y liberar. Balance he traído. Yo William Vega deshumanizado por Victoria Castillo deshumanizada por Francisco Santibañez deshumanizo a Irina Kozel a una eternidad sobre esta Tierra"

Cada sílaba era eco en mis oídos, cada palabra era una cadena rota en mis piernas, una puerta abierta a mi voz, una escama menos en mis ojos. Podía sentir la libertad sobre mis deseos.

-Ahora repite conmigo Irina.

Asentí y repetí en un susurro cada una de sus palabras.

-"He vivido y ahora muero, he servido y surgido desde la sangre de mi benefactor William Vega, Yo Irina Kozel acepto sus caminos, agradezco sus enseñanzas, ahora muero bajo su señorío y renazco sobre lo pisado hacia un nuevo destino"

Caí de espaldas al suelo y respiré profundamente, me sentí tan aliviada incluso más que cuando bebí a la prostituta, más que cuando había quedado como el cisne negro en el ballet de invierno, era una sensación agradable y placentera. Era libre.

-Eres libre Irina...

-Eres libre Irina

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El don de las Tinieblas | Crónica VampíricaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora