Desde la primera vez

CAPÍTULO DOS

¿Cómo terminé con Tori en una feria arriba de la rueda de la fortuna?

Buena pregunta que yo aún no puedo responder. Siendo sincera, perdí la noción del tiempo desde que vi salir a Tori de su casa vistiendo un hermoso vestido negro ajustado, creo que mi mandíbula fue a dar en el suelo. La cosa es que Cat tuvo la brillante idea de venir a la feria siendo viernes, para pasar una tarde de amigos, todos juntos, celebrando la próxima gran presentación y para conocer más a Tori, cosa que yo no ocupo pues he pasado alrededor de seis días con ella, todas las tardes hablando mientras André y Trina ensayan.

Debo decir que las tardes con Tori se han vuelto mi cosa favorita.

Además, Tori tiene mejor voz que Trina, no me canso de escuchar cantar a Tori y en el trayecto a la feria ella pasó la mayor parte del tiempo cantando las canciones que salían en la radio, era algo simplemente inimaginable. Sólo ella y yo en mi auto compartiendo la música sin temor a nada. Los chicos estarían esperando en la feria cerca del carrusel, y el tiempo del viaje fue relativamente corto.

La compañía de Tori lo hace corto. Simplemente el tiempo se ve afectado cuando ella está a mi alrededor, de verdad. Es sencillo no prestar atención a un reloj teniendo como compañera a Tori, su sonrisa y sus ojos se vuelven aún más interesantes pero su voz y sus historias, es lo que hace que el tiempo se vaya volando.

Puedo pasar horas y horas escuchando a Tori hablar sobre algo que le pasó y no darme cuenta del tiempo.

¿Así es estar enamorado realmente?

Con Beck pasaba un tiempo agradable a su lado, nos divertíamos, hacíamos cosas para pasar el tiempo pero a veces llegaba a ser aburrido. En cambio, con Tori nunca es aburrido. Con ella cada cosa, cada palabra y cada gesto se vuelven interesantes. Como arruga su nariz cuando algo le molesta, como sus ojos brillan cada que se le ocurre algo, cada que ve algo emocionante o interesante. Como muerde su labio cuando intenta no sonreír o cuando ella acomoda sus gafas cada que está nerviosa y agacha la mirada en un signo evidente de nerviosismo.

Son pequeños detalles que he observado con determinación. Intento no perder nada de Tori, intento grabar en mi mente cada gesto de ella. Me parece algo lindo.

Como el detalle que ella tiene cuando está cerca de las personas que considera sus amigos, reparte abrazos. Reparte muchos abrazos pero eso es lo de menos, su sonrisa es la que brilla y hace que yo me sienta bien. Ella se siente en confianza y su felicidad se desborda por cada poro de su piel.

Y eso me gusta de ella.

Al llegar a la feria, Tori bajó del auto y cuando hice lo mismo, ella gritó de emoción y dio saltos de alegría, corrió a mi lado para tomar mi mano y llevarnos al interior de la feria. No soy fanática de estos lugares, me recuerdan a lo que tuve y lo que dejé de tener. Pero no lo sentí así con Tori. Ella nunca dejó de sujetar mi mano, y aunque al principio me pareció algo raro y extraño, lo dejé pasar y sólo me dejé llevar por Tori.

Nuestra primera parada fue un puesto de tiro al blanco. Tori estaba tan encantada, extasiada y extrañamente obsesionada por un unicornio de peluche rosa y muy enorme. Ella intentó ganarlo un par de veces pero no funcionó y después de ver su rostro de tristeza y sus ojos tristes, decidí ganar ese tonto peluche por y para ella.

Recibí el mejor obsequio que puede pedir en la noche. Un beso en mi mejilla y un abrazo súper fuerte de Tori.

Si me dijeran que por cada gesto lindo que yo hiciera para con Tori terminaría recibiendo un beso y un abrazo por parte de ella, sería linda con ella todo el tiempo.

La verdad no me importaría ser linda con ella, Tori vuelve sencillo todo. La amistad, las palabras, los gestos cariñosos, incluso mi necesidad de estar siempre a su alrededor y mi repentina necesidad de tener mis manos en su cuerpo.