Desde la primera vez

CAPÍTULO CUATRO

JADE

Abro la puerta y una gran sonrisa se forma en mis labios, sólo necesito ver a Tori para que todo en mí salte de emoción, ¿de verdad me estoy enamorando? ¿Me estoy enamorando de esta mujer? Tori muerde su labio y agacha su mirada, y es ahí cuando puedo ver mejor su ropa.

No es como si ella se hubiera vestido para impresionar a la misma reina de Inglaterra, pero se ve hermosa con su atuendo. Unos pantalones ajustados color negro, una blusa blanca que deja ver parte de su abdomen, y unos Converse blancos. Ella se ve relajada y me gusta.

—Pasa.

Me hago a un lado y cuando ella pasa aspiro fuertemente y siento como su perfume llena mis fosas nasales, ¿vainilla? ¿Olor frutal? Su cabello tiene ese olor a vainilla, ¡Dios! Me gusta el olor que desprende su cabello, y su fragancia también. Es un olor dulce, como ella es, adictivo, como ella también lo es, maravilloso, como, reitero, ella lo es.

—¡Woah! —exclama Tori girando sobre sus talones para mirar toda la entrada principal de mi casa.

Yo no le veo gran cosa, sólo un gran salón, con unos sillones de cuero en color negro, una mesa de centro con un arreglo de flores en medio. Algunas pinturas colgadas en la pared, fotos de lo que fue la familia, fotos de mi madre conmigo y una gran televisión.

—Es grande —menciona con sus ojos puestos en mí, sonrío un poco y me encojo de hombros.

—Mi padre la compró para vivir como familia pero después del divorcio sólo somos mi madre y yo —explico sin darle mucha importancia al asunto del divorcio de mis padres, ya es algo que no me afecta y comentarle a Tori sobre esto parece ser sencillo porque con ella todo es sencillo.

Ambas nos giramos hacia la puerta, mi madre acaba de llegar y se sorprenden al ver a Tori o una extraña, para ella, de pie en medio del gran salón. No soy de invitar a personas a la casa y el que Tori este aquí significa que ella es muy importante... ¿Ella es muy importante? Digo, he hecho cosas con ella que no haría con alguien más y no me refiero a cosas sucias, sino cosas simples, como abrazos, besos tímidos, que sólo nos hemos besado en dos ocasiones y la primera fue por una escena en Hollywood Arts. He dejado que ella me toqué sin gritarle o amenazarla, supongo que ella es importante.

—Tenemos visita —mi madre comenta una vez que salió del trance, ella deja su abrigo y mira de nueva cuenta a Tori, con una sonrisa en sus labios.

—Sí, madre, ella es Tori Vega. —Miro a Tori quien tiene un leve sonrojo en sus mejillas. Se ve tan linda y tierna, es tan hermosa y puedo asegurar que lo que estoy sintiendo es fuerte.

Sé qué estuve con Beck todo este tiempo pero lo que estoy sintiendo por Tori no se comprara con lo que sentí alguna vez. Con sólo verla todo mi interior salta de alegría y los músculos de mi cara se contraen en una sonrisa, en una sincera y no malvada sonrisa. Ella me hace feliz de una manera diferente. No necesito besarla o saberla cerca de mí para sentirme así, con sólo pensarla me arranca una sonrisa, ¿tanto poder tiene sobre mí?

Salgo de mi pequeño trance al ver como Tori toma la mano de mi mamá, supongo que ya se presentaron.

—Preparo la cena y...

—Yo te ayudo —interrumpo tan rápido que ni yo misma me di tiempo para pensar en lo que dije, mi madre me mira con sorpresa porque yo nunca y digo nunca ayudo en la cocina, sólo bajo a comer cuando ella me indica pero ahora, quiero preparar algo para Tori.

—Yo también puedo ayudar. —Sonrío ante las palabras de Tori, no pensaba que ella se iba a ofrecer a ayudar.

—Bien, entonces vamos —comenta mi madre aún con sorpresa, no todos los días Jade West ofrece su ayuda a alguien sin pedir nada a cambio.