¿Quieres tener un postre? –pregunto él.
Si estas tu en el por supuesto, pensó ella.
-Claro, ¿por qué no?
-Hare una ensalada de frutas con chocolate –le guiño el ojo y paso por su lado.
-No soy buena cocinando. Estoy acostumbrada a comer en restaurantes y eso -le comento mientras le ayudaba a hacer la mezcla de los panqueques. Justin sacaba algunas frutas de la nevera y comenzó a cortarlas de la manera de como lo haría un chef.- ¡Eres asombroso!
El rio y reunió todas la frutas cortadas en un bol.
-No soy un pobre solterón que no sabe cuidarse de sí mismo -guiño y saco syrop de chocolate para echarlo encima de las frutas cortadas. Cogió una fresa repleta de chocolate y la acerco hasta los labios de ella.
____ saco un poco su lengua para probar el chocolate que chorreaba de la fruta. Abrió los labios y mordió un poco deleitándose de la mezcla de sabores entre ambos objetos.
-Mmm -gimió y lamio el chocolate de sus labios. Justin sonrió y acaricio su mejilla.
-No puedo encontrar la razón por la que seas tan hermosa -El se sorprendió diciendo eso en voz alta. Las mejillas de la pelinegra enrojecieron y siguió mezclando.
-Gracias -dijo por lo bajo con sus mejillas totalmente encendidas.
Siguió enfrascada en su tarea y vertió la mezcla en el sartén, ya caliente, intento hacer un círculo con la mezcla y se volvió para hablar con Justin cuando un polvo blanco le llego a su cara.
-¡Justin! -grito ella, apartando parte de la harina de su cara y cogió el syrop a un lado, apretó la botella y dejo que el líquido llegara a su cara y pecho desnudo. El rio y cogió el líquido chocolatoso de su cara y lo restregó por el cuello esbelto de ella, luego con la botella esparció mas chocolate por su pecho.
La cogió por su cintura y lamio el chocolate de su cuello enviando una carga eléctrica a su columna estremeciéndola por completo. Cuando comenzó a bajar por su pecho ella comenzó a reír como loca e intento apartarse.
-¡No! -chillo riendo- ¡Basta, basta, basta!
Él la subió en el tope de la cocina, abrió sus piernas, se poso entre sus muslos y acaricio haciéndole cosquillas. Beso su boca con suavidad permitiéndole saborear el sabor de chocolate en su lengua, luego aumento la intensidad del beso. Levanto su camisa y acaricio su vientre plano. Zafiro subió a al tope hasta llegar a unas de las frutas en el bol.
-¡La fruta! -jadeo cuando el mordió su oreja- Zafiro las comerá.
El frunció el ceño.
-¿Zafiro?
-La gata… -él se volvió hasta la gata y la agarro para dejarla en el suelo, esta ronroneo y se froto contra sus pies para luego lamerlo.- Zafiro tiene un buen gusto –el rio y volteo los panqueques.
-Ve como quedo mi pecho –señalo ella- esta todo pegajoso.
-Yo lo limpio luego, cariño –guiño el ojo y beso su mejilla.
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Un Mes De Placer| EDITANDO •jb
RomanceLa venganza suele ser dulce y aún más cuando el deseo está por el medio. Pero cuando la lujuria y la venganza se combinan. Puede llegar a ser un poco peligroso, pero también excitante?