-Déjame ver si entendí -se detuvo un momento, analizando cada palabra de la información que acaba darle su padre- Después de 10 años Justin Bieber de pronto se reúne contigo... ¿y te amenaza? -pregunto un poco aturdida.
-Ese hombre es un infeliz -gruño John, mientras se sirvió otro trago.
-Lo has dicho en los últimos años -dijo en voz baja.
Mía miro a su padre y frunció el ceño al ver como apretaba su mandíbula. Había vuelto de su agotadora y larga gira por Europa de seis meses y cuando había creído estar en total descanso y armonía. Volvió a Houston y recibió un mensaje de su padre pidiendo que se encontraran lo más antes posible. En ese momento supo que sus vacaciones se habían acabado por completo.
Le dio crédito a las palabras de su palabra sobre que era un infeliz. Lo había comprobado con el pasar de los años con todos los rumores que había logrado escuchar -aunque por un tiempo no había creído- cuando el había tenido éxito en su carrera de científico. Pero sin duda que él era uno de los científicos más jóvenes y atractivos que conocía.
Mía frunció levemente el ceño cuando no encontraba razón a la historia. Había algo que su padre no le había dicho.
-Hay algo que no entiendo -comenzó a decir- ¿Por qué te habría de amenazar Justin? No has hecho nada para... -la mirada culpable de John lo delato. Mia abrió sus ojos- ¿Papá, hay algo que no me has dicho?
John recorrió su mirada por su vieja oficina y aquel lugar volvió a su mente en un mar de recuerdos. Paso una mano por sus cabellos blancos y trago saliva. Estaba consciente de la relación que tenia con su hija no era muy unida y está seguro que después de lo que le diría empeoraría aun mas.
-Yo...robe dinero de la familia y culpe a Justin. -exhalo aire cuando vio la expresión de su hija- Prácticamente lo bote de nuestra casa, dejándolo sin nada y también...he estafado a muchos.
El color del rostro de Mía se volvió pálido. Se levanto del asiento y miro perpleja a su padre. Aparto la mirada. En aquel momento la adolescente enamorada quería salir de ella y golpear a su padre por haber hecho que Justin se fuera de su casa. Respiro y volvió a mirarlo.
-No puedo creer que hayas hecho eso... -dijo aun sorprendida- Pero... ¿Cómo crees que él tenga más poder sobre ti? Digo, eres candidato y antes habías sido un famoso profesor.
John cruzo sus dedos encima del escritorio.
-He perdido todas mis influencias y el trabaja ahora con el gobierno. Tiene muchos contactos y chantajearme no le será difícil.
Mía asintió con su cabeza.
-Tengo que admitir que aun haber pasado el tiempo sigue siendo inteligente y brillante -reconoció.
-Sí. Sin duda que siguió los pasos de sus padres -medio sonrió y volvió a sentarse. Aun un poco aturdida por la confesión de su padre.
-Sin embargo el tiempo que paso conmigo era muy testarudo y no obedecía a mis órdenes. Era muy independiente, eso era algo que odiaba de él -resoplo. Y de mi también supongo, pensó ella.
Su padre la miro visiblemente preocupado por la amenaza y las consecuencias que podrían causarle a él y posiblemente a ella. Mía apoyo sus manos en el escritorio y movió sus dedos.
-Hay una última cosa que no me encaja. ¿Qué tengo que ver yo en esto? Es decir, supongo que él quiere algo a cambio de no hablar.
-¿Es que aun no te lo he dicho? -pregunto. Ella negó con su cabeza rápidamente y entrecerró los ojos esperando su respuesta- Es a ti quien te quiere Mía . Te quiere por un mes y tengo una semana para que el trato siga en marcha. Ya han pasado cuatro días, solo quedan tres así que todo depende de ti.
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Un Mes De Placer| EDITANDO •jb
RomansLa venganza suele ser dulce y aún más cuando el deseo está por el medio. Pero cuando la lujuria y la venganza se combinan. Puede llegar a ser un poco peligroso, pero también excitante?