CAPITULO 2

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  Todo había sucedido demasiado rápido. Su padre prontamente reaccionó a la situación empujándolos dentro de la casa.  

  -llévate a Denki, yo les daré tiempo- ordenó mientras atrancaba las ventanas de la casa y sacaba 2 botes medianos y con un particular olor desde una trampilla en el suelo. 

 -¡No! ¡Déjame ayudarte papá ! ¡podría usar mi poder y asi...!  

  - No, Denki. - Dijo tomando a su hijo de los hombros mirándolo fijamente - Nunca aprendiste a usarlo, no lo controlas, lo mejor que puedes hacer ahora es irte. 

 -P-pero...-Se sentía culpable, lo mínimo que podía hacer era quedarse y luchar pero su padre tenia razón... era un inútil, era débil y ... el tenía la culpa de todo... <<soy solo un estorbo ... yo->> sus pensamientos y palabras fueron callados por los fuertes brazos de su progenitor rodeandole en un cálido abrazo.   

  -Todo estará bien Denki. No es tu culpa, nunca lo ha sido.- soltó sabiendo lo que su hijo pensaba al ver sus expresiones.

 Rompió el abrazo para acariciar con cariño la rubia cabellera- Te amo hijo, por favor, cuida a tu madre mientras este ausente ¿de acuerdo campeón? - Dijo aquello regalandole una enorme sonrisa, quería que el último recuerdo que su hijo tuviera de él no fuera tan malo.

 Pronto se acercó a su esposa, para igual que con su hijo, tomarla entre sus brazos en un último abrazo- Eres el amor de mi vida - le susurro colocando su frente en la de ella.

 - Y tú el mio- intentaba no llorar, no querían alterar a su hijo más de lo que probablemente dejaba ver, pero era difícil. Simplemente no era justo.  

  Un último contacto. Un último beso. Una triste y silenciosa despedida. Pronto madre e hijo salieron de la casa rumbo al bosque.

No paso más que unos segundos para escuchar golpes en toda la parte trasera de la casa, que sin tardar se fueron expandiendo a todo el contorno de la pequeña cabaña. 

 Cubrió su nariz y boca y rápidamente destapó ambos contenedores para próximamente vaciar su oscuro contenido en suelo, muebles y paredes.   

  El fuerte olor de aquella sustancia lo estaba mareando, pero no podía detenerse. Los golpes en ventanas y puertas no paraban. Tomo una de las antorchas que se encontraban colgadas en las paredes y la encendió, se acercó a la salida más cercana y abrió la puerta permitiendo el paso a aquellas personas. 

 Sonrió satisfecho. Al menos sus 2 únicas razones de seguir existiendo ahora estaban a salvo. 

 -No dejare que escoria como ustedes lastime a mi familia- Y sin mas dejo caer la antorcha al suelo.   

  Y todo quedo en llamas. Algunos de los intrusos cayeron al suelo desmayados, otros tocian ante el humo y gas y algunos mas eran atrapados por las llamas. 

 Brea de alquitrán de hulla. Una sustancia carcinogena, inflamable, que al quemarse producía gases tóxicos, la inhalación de su humo afectaba los órganos, causaba nauseas, desmayos o incluso inducir el coma.

 Hace tiempo la había comprado sin saber lo que era, y no tenia ni idea de como deshacerse de ella sin que afectará a otros. Ahora mismo eso le daba igual. 

  Poco a poco empezó a perder la consciencia, pero su sonrisa permanecía. Como padre a veces se tenía que hacer grandes sacrificios y si pensaba en ello, realmente no se arrepentía de nada.

 <<Espero que si hay algo después de la muerte, tarden mucho tiempo en reunirse conmigo>>  

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ThunderDragonBolt  [ KiriKami]Where stories live. Discover now