CAPÍTULO 3

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Después del susto inicial y de admirar con más detenimiento el lugar, logró percatarse de ciertos detalles.
Los huesos y sangre que en un principio vio, pertenecían a algunas ovejas que seguramente el dragón había cazado y con las que aseguraba, había hecho aquella suave cama en la que había despertado . Además de descubrir que el dragón era un maldito mansito. Uno muy ruidoso y jugueton y al parecer, que le tenía cierto apego.

 <<Vaya a saber dios por que>> pensó.

"Oh bueno...siempre quise un perrito y los reptiles me gustan mucho, es como tener ambos ¿no?"

- Bueno amigote, ya que al parecer ahora somos compañeros, tendrié que llamarte de alguna forma...

Depues de pensarlo un momento soltó feliz chasqueando los dedos con emoción.

- ¿Qué te parece Red Roit? Digo, creo que te va bien el nombresito. Ya sabes, por que eres rojo y...

Un fuerte rugido y los movimientos emocionados del animal lo habían interrumpido.  Sonrió, interpretaria aquello como que le habían gustado...o algo asi.

-si bueno, no creo que tenga que explicarlo.

"Ni siquiera se si realmente puedas entenderme del todo"

El dragón se acercó al joven frotando su cabeza buscando atención. La cual no tardó en conseguir.

- Eres un enorme mimado.

Las caricias continuaron hasta que un ruido interrumpió el tierno momento.

- mierda...me muero de hambre... -soltó en un lamento Kaminari. Realmente con todo lo ocurrido había olvidado comer algo.

Se apartó del reptil en busca de cualquier cosa que picar o que le ayudará a encontrar o atrapar los alimentos que su estómago tanto exigia.

Aunque no pudo buscar mucho realmente cuando ya encontraba en el cielo aferrándose a las garras que lo tenia preso.

Por suerte el dragón comenzó a desender poco a poco y no paso tanto antes de encontrarse en el suelo, en el que no dudo dejarse caer.

- tu estúpida lagartija ¿por que mierda hiciste eso?!- le grito al animal con algunas lágrimas en los ojos y haciendo un adorable puchero a los ojos del reptil.

La criatura simplemente lo miro un momento y después le dio la espalda metiendo la cabeza entre algunos árboles.

- ¡Ehhh! ¡No me ignores!- Grito ofendido inflando los mofletes y levantando los puños intentando llamar la atención, lo cual no consiguió.

Se posó a un lado del animal de brazos cruzados, iba a decir algo, pero un objeto que cayó sobre su cabeza lo detuvo, pudo ver otro y otro mas. El dragón con su hocico movía el árbol provocando así la caida de sus jugosos frutos.
Al terminar saco su cabeza y miro al rubio soltando un pequeño rugido señalado la comida en el suelo.

A Kaminari solo le brillaron los ojos y con prisa se tiro nuevamente al suelo comenzando a comer con ganas. En este punto ya comenzaba a dudar de quien era la mascota de quien. Si lo pensaba, el dragón le habían dado un techo, una cama, compañía y ahora también lo alimentaba.

-olvida lo que dije, ¡esto esta delicioso!

Después de llenarse, descansar un poco y juntar un poco más de frutos, semillas y nueces (usando su camisa como saco improvisado), ambos emprendieron vuelo de regreso a la cueva (esta vez con Kaminari sobre Red Roit).

Llegaron al atardecer, el sol aún iluminaba gran parte del bosque. Podia verlo casi todo desde la entrada de la cueva, en lo alto de una montaña. En esos momentos se pregunta donde esta realmente. Intenta encontrar el árbol rojo que su mamá le indico, pero nada.

ThunderDragonBolt  [ KiriKami]Where stories live. Discover now