El diario de un acosador

6.- ¿Delito?

28/01/17

Hola mi amigo bueno hoy no tengo mucho que decir hoy fue día de descanso así que solamente salí de casa ya que ella iba arreglada quizás iría a algún lugar para verse con alguien así que la seguí.

Llego a un parque y se sentó en una banca sola y saco su celular, había conseguido su número de teléfono por medio de un conocido en común, mas bien le saque el numero de su celular y bueno saque mi celular, entre a su conversación y la salude algo normal con un hola como era de esperarse me pregunto quien era le respondió que un admirador sabia que cantaba y que era una dibujante reconocida en internet así que ella no se asusto, seguimos hablando hasta que llego de nuevo el no podía creer que lo haya perdonado o que le haya pasado su infidelidad este maldito sabía como ganársela se sentó a un lado de ella y comenzaron a hablar lo que hirvió la sangre es que tomo sus manos y la beso como si nada hubiera pasado.

Después de eso ambos se levantaron y se fueron caminando tenia tanta rabia, tenía tanto enojo cuando la dejo es su casa, lo seguí hasta doblar una esquina se encontraba con otros idiotas con los cuales ya había tenido problemas anteriormente.

Cuando se fueron lo acorrale es un callejón el me miraba y me pregunto quien era alce mi capucha y este se río me gritaba fracasado me decía ella no me haría caso, este hijo de perra sabia todo, se reía de mi hasta que camine hacia el me dijo que me alejara yo..... Yo quera hacer algo contra el nadie podía saber nada mucho menos ella así que.
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Lo golpee de nuevo, tirado en el suelo escupía sangre y me gritaba que todos se enterarían, me abalance sobre el y lo apuñale este gritaba e intentaba quitarme no quería parar lo golpee bastantes veces el piso corría sangre y este apenas se movía lo apuñale una y otra y otra vez hasta asegurarme de que estaba muerto.

Me levante manchado de sangre el estaba tirado no respiraba, estaba muerto y lleno de sangre la sangre corría por los lados y se hacia un charco enorme de sangre guarde el arma y antes de irme me puse a su altura y le dije.
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—No puedes decir nada si estas muerto—.

¿Es cierto no? Ya no puede decir nada ni hacer nada contra mi, después de eso lo deje atrás y llegue a casa me quite la ropa y limpie la sangre de mi cara, manos y la ropa la moje con gasolina y la queme en el calefactor me asegure que no quedara nada y ¿Ahora? Estoy acostado viendo por la ventana, ahora todo estará bien ella ya no estará con alguien que no la merece ahora esta libre.. Libre para mi.