Se encontraba afuera de los baños del personal, bastante cansada de practicar y correr de ahí por allá. Su respiración agitada iba acabando y tranquilizándose, un mar de pensamientos dieron vueltas en su mente.
Vaya que estaba jodida. Su indecisión, su noviazgo, su creciente atracción desgarradora hacia la idol.
Después de todo, en unas cuantas horas, tocar nuevamente a JooHyun sería inevitable.
Y vaya que se tocarían.
El destino, Dios, los astros o la suerte definitivamente no estaban de su lado.
El vestuario que usaría la mayor dejaba mucha piel a la superficie y, claro, la coreografía no era nada inocente.
SeulGi sintió su estómago revolverse al recordar que el coreógrafo general le había contado que Irene no se contendría en su baile libre al inicio de la canción en parejas y Kang tuvo verdaderas ganas de asesinarlo cuando le dijo que claramente había apoyado a la idol e incluso le había dado consejos para seducir mientras bailaba y se lucía.
Si no se moría al tocarla, se moriría al verla.
Y es que eso era lo que Bae JooHyun provocaba en ella. Con sólo una mirada estaba en el mismísimo infierno. ¿Por qué? Porque sufría cada vez que su mirada perfecta se posaba en sus ojos rasgados. Sufría porque las irremediables ganas de tocarla la carcomían en todo su ser. Sufría porque no quería que nadie más viera a aquella obra de arte, quería, deseaba, necesitaba que la mayor fuera de ella y sólo de ella.
"¡Ey!". Escuchó que una voz masculina gritaba, no prestó mucha atención hasta que sintió una presencia frente a ella.
"¿Yo?". La pelinegra se señaló, extrañada, ante ella se encontraba aquel médico que la había ayudado la última ocasión, Lucas.
El chico le mostró sus brillantes dientes, formando una sonrisa. "Claro que si".
SeulGi carraspeó. "¿Y para qué me necesitas?". Preguntó cautelosamente tratando de no sonar demasiado grosera o ruda.
Lucas se encorvó, sin pena y con su sonrisa carismatica. "Al parecer todos se cuidan demasiado bien y nadie va a la enfermería, eres a la única que conozco de aquí y estoy aburrido".
La bailarina rió. Era la única idiota que había ido a la enfermería antes de que empezara el tour. El contrario le caía bien así que decidió invitarlo a un rápido almuerzo, en el backstage.
Lucas aceptó con gusto y mientras caminaban a su destino la miró de pies a cabeza. "Luces bastante sana, no entiendo porqué casi mueres la última vez".
SeulGi frunció el ceño, no sabía exactamente cómo lucía una persona sana. "¿Casi muero? Tú dijiste que no era nada grave".
La mueca del médico se deformó en puro nerviosismo. "Mm". Miró sus manos, que se movían con angustia. "Lo que te pasó a ti no se muy bien que fue, no tengo una explicación para lo que fue, considerando lo sana que eres".
La bailarina sintió su corazón retumbar en el pecho. "¿De qué hablas?".
El chico suspiró. "Te desmayaste y todos tus signos estaban bastante bien, antes de eso ya te había estado observando y estabas de maravilla". SeulGi se extrañó, ¿por qué Lucas la estaría observando? Al parecer el contrario también pensó en ello. "Oh, sin ofender pero no eres mi tipo, sólo que... bailas muy bien". La chica notó que él estaba mintiendo pero lo dejó pasar, ahora tenía un problema mayor en su mente.
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touchant [SeulRene]
FanficEl tacto se define como el sentido en el cual se perciben el contacto sobre la piel y se distinguen ciertas cualidades que tienen, como la forma o el tamaño. Pero, ¿qué pasaría sí se distinguiera el amor?