Al terminar el día vuelve a ser todo borrón y cuenta nueva, tu calida risa regresa a mí como la primera vez, tus llantos y quejas se manifiestan siempre a la misma hora y por la tarde justo después de tu prudente y democrática taza de café te veo morir. Sin importar que haga sucede una y otra vez, eh intentado de todo pese a que sé al amanecer estarás ahí denuevo como si nada, aún no logró dejar de llorarle a tu partida cada tarde cuando sólo puedo tener el calor de tu cuerpo desalmado junto a mí.
Quisiera no conocerte, pero sí.
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Cartas con Destino para no enviar.
De TodoPorque todos tenemos a alguien a quien pedirle que se quede entre lágrimas sin importar nada.