Podré amarte siempre sin importar nada, aún cuando tu larga melena esté hecha trizas, tus ojos llenos de arrugas al rededor y tu sonrisa no sea tan cálida como la primera vez pero ante todo voy a estar yo, por más que te extrañe nada puede saciar me, sólo yo misma.
ESTÁS LEYENDO
Cartas con Destino para no enviar.
De TodoPorque todos tenemos a alguien a quien pedirle que se quede entre lágrimas sin importar nada.
