Le apunté directo a la cabeza y grité sin dudar:
-O nos das la información o te mato!
El se levanta del suelo y se arrodilla, con una tranquilidad insana, y me mira directamente a los ojos. Veo crudeza y frialdad en sus ojos.
-Atrévete -me responde, retandome con la mirada.
Su determinación me para en seco.
“¿Que? ¿Quien es este? ¿Este no es el George que yo conocía, él se ha…”
Al ver mi desconcierto, pregunta:
-¿No te atreves? ¿Quizás tienes miedo de manchar tu impoluta reputación con mi muerte?
Sigo mirandole, desconcertado.
-¿Y porque no le cuentas a Carol que no va a poder pasar por las puertas con esos INMENSOS cuernos? ¡Y no solo con mujeres, hasta con Alsan y Jace! ¡Se ha follado a tres cuartos del clan! -se para para retomar aire- ¿Que, te atreves ahora? -me susurra, osado.
Me tiembla la pistola entre las manos. Las lágrimas se escapan de mis ojos. Los pensamientos contradictorios de amistad y odio me nublan el entendimiento. Sé que no debo pero,¿a quien le importaria? Es más, ya ni siquiera es él…
El amigo que yo conocí era asustadizo y fiel, no te fallaba nunca, y guardaba todos tus secretos, por oscuros o retorcidos que fuesen… Ya van demasiadas personas, demasiadas muertes… Jace, Grace, Emily, Sans, Zac, Pium Pium… Y muchos más que ni siquiera conocíamos. Al fin y al cabo, en todas las guerras, solo gana una persona: la Muerte. Es la única que aumenta su contador sin perder una sola ficha del tablero.
Porque ni siquiera tiene piezas. Porque solo cuenta y suma.
Porque no juega.
Solo gana.
Me apunto a la cabeza y grito:
-¡La Muerte es la única vencedora! -y disparo.
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Tu, yo y todos nosotros, delante de una simple història: la nuestra
RandomPequeñas historias para llevaros más allá en todo. Sea filosóficamente, a otros mundos, a otras personas, a todo. Habrá mezcla entre historias inventadas y historias basadas en hechos reales (mi triste vida, si )-; )
