Una gran noche...

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Me pone una venda en los ojos y me guía a través de la casa, cogiendome de la mano.
Me sienta en una silla y coje mis muñecas para atarlas al dorso de la silla, mientras acerca sus tetas a mi cara.
Cuando intento lamerlas, se aparta, diciendo: “No, no, no… Aun no…”
Me quita la venda y la veo.
La veo, desfilando para mi, desnudandose muy lentamente.
Se inclina y se contonea, dándome aún más ganas de ir a por ella.
Al ver que tiro de mis muñecas dice: “¿Que quieres un poco de esto…”, mostrándome sus hermosos pechos, “...o esto?”, acercando su culo hacia mi, sin llegar a tocarme.
Mi erección es más que evidente, lo que la moja aun más.
Así que se sienta en una silla enfrente mio, y empieza a masturbarse. Primero por encima de sus bragas, pero lo disfruta tanto que se las quita para seguir.
Puedo ver todo su coño y sus jugos derramándose por sus piernas.
Oigo sus gemidos, cada vez con más placer, más intensos y más seguidos. Consigo deshacer el nudo, pero cuando ve que me levanto para, así que me vuelvo a sentar para masturbarme yo también.

Excitante…

Los dos solos, en la penumbra, mirando como el otro se masturba...

Sus gemidos me excitan y los míos te excitan.
Siento que me voy a venir.
Ella lo ve, así que se acerca gateando y se estira delante de mí, para seguir masturbándose.
Me corro encima suyo, y hecho mi semen por todo su cuerpo.
Ella lo coje con la mano y se lo traga, para después lamer mi pene.
Esta va a ser una gran noche…


Para ambos...

Tu, yo y todos nosotros, delante de una simple història: la nuestraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora