Shh~ Es un secreto.

❇Noche Uno❇

Me desperté asustado, el reloj marcaba las 3:36 de la madrugada y el sudor corría por mi rostro.

No había podido dormir tranquilo hace tres noches por culpa de las pesadillas... Esas horribles pesadillas que no podía sacar de mi mente. Siempre me despertaba a la misma maldita hora, ni un minuto más, ni un minuto menos.

No podía olvidar la Sonrisa de aquel chico que me perseguía. Aún no se porqué lo hacía, pero se le notaba feliz. Como si se estuviera divirtiendo.

Suspiré profundo y con el poco de fuerza que tenía me levanté y me dirigí hacía la cocina.
Necesitaba dormir, estaba cansando, las ojeras adornaban mi rostro y mis ojos estaban completamente irritados.
Pero sabía que si lo intentaba nuevamente no funcionaría.
Así que luego de tomar un vaso de agua evite ir a la cama y preferí ir por un chaleco para salir a caminar.

La noche se veía tranquila, el viento soplaba entré las ramas de los árboles y el cielo estaba Adornado con estrellas.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo al sentir el aire que había afuera, estaba frío, y yo solo llevaba un pantalón corto y un chaleco. Manera de salir vestido a estas horas.

Comencé a caminar a donde me llevarán mis pies. Y yo -como siempre- mantenía la mirada baja, sin tomarle atención al resto de las cosas, solo me preocupaba de mis pies y ya.

Luego de varios minutos de silencio escuché ruidos proviniendo no de muy lejos, aquel sonido llamo tanto mi atención que levante la cabeza por primera vez en todo lo que había caminado.

Aquellos ruidos eran...¿gritos?
Lo dudaba.
¿Quien gritaría a estas horas para despertar a sus vecinos?

Deje aquellos pensamientos y Quise acercarme al lugar para ver que ocurría pero alguien tocó mi hombro, deteniéndome.
Di un pequeño salto asustado, me di vuelta lentamente. Un chico con un cubre bocas miraba el lugar de donde provenían los gritos y negaba.

–No deberías andar en la calle a estas horas– Hablo bajo y me miro con aquellos ojos color negro.

–Solo estaba Caminando...–Hable de igual forma mientras bajaba la mirada– No creo que caminar sea un problema...¿o si?– Moví mis pies algo incómodo–

El chico negó. Solté un pequeño suspiro y dirigí la mirada nuevamente hacia el.

–Bueno, creo que ya me iré a casa...– Mire de reojo su mano, que aún estaba sobre mi hombro y Trage duro–

–¿Que hace un chico como tú por aquí?, Digo, son las 4 de la madrugada..– mira su reloj de muñeca–deberías estar durmiendo..–Quito su cubre bocas con la mano que anteriormente estaba en mi hombro y lo guardo en el bolsillo de su chaqueta.

–Emh...Yo...–apreté mis labios nervioso mientras comenzaba a caminar y mire nuevamente mis pies– ...Solo no podía dormir..– hablé bajo.

El contrario comenzó a caminar junto a mí, Sonrió al escuchar mi respuesta.

–¿Y a que se debe el que no puedas dormir?– Me miro, yo lo mire de vuelta y eso me puso nervioso– Tiene que haber una razón.. Supongo..

Me encogí de hombros y rasque mi nuca. – He tenido pesadillas... Hace tres noches que no puedo dormir... Y cada que lo intento duermo unos cinco minutos...o menos..– Mire al chico, que ahora, sonreía–

–Me pasa lo mismo..– Sonrió mostrando sus hoyuelos.

¡Joder, tenía hoyuelos! Los hoyuelos son mi debilidad... Mierda.
Pero...esa Sonrisa la había visto antes, en algún otro lugar. No recordaba, pero lo averiguaría.

–Oh...– Asentí mientras mire el cielo para evitar mirar su rostro.– Ya es tarde...–Comente– Talvez nos veamos alguna otra madrugada..–Reí leve al recordar la hora que era.

–Talvez... –Río de igual manera y luego me miró– Me encantaría volver a charlar contigo..quizás a estas horas, esta bien para mi.

Asentí y el chico Sonrió amplio.
Extendí una de mis manos hacia el.

– Soy Lee Minhyuk, un gusto – Estrechó su mano con la mía y sonreí de igual manera.

–Soy Lee Jooheon... El gusto es mío.– Dijo antes de dejar un pequeño beso en mi mejilla y alejarse en dirección contraria a la mía– Nos vemos mañana a estas horas!– Se despidió moviendo su mano y yo no pude evitar sonrojarme.

Caminé nuevamente hacia mi casa, el cielo se estaba nublando. Comencé a caminar más rápido cuando sentí que el viento se ponía cada vez más frío. Cuando por fin llegué, subí rápidamente las escaleras y me metí bajo las sábanas de mi cama.

Talvez esta haya sido una de las mejores noches que pude haber tenido.

Aun no sabía si saldría a encontrarme con aquel chico. Pero deseaba tanto despertar nuevamente a esa hora la noche que venía, lo deseaba.

"Talvez, solo Talvez deberíamos vernos otra vez".