Las burlas no se hicieron esperar aquella barbacoa con sus amigos cuando ambos llegaron tomados de las manos, confirmando que por fin estaban saliendo.
- ¡Pero miren a quienes tenemos aquí! -se escuchó la burlona voz de Donghyuck.
- Dejalos en paz amor -se acercó un peliblanco, jalando de la cintura a su novio.
- ¡Jeno bajame! -gritó.
- Los critican y ustedes son exactamente lo mismo -comentó con fingido asco el mas pequeño de todos.
- Un pollito está triste por que esta solito -se burló Chenle.
- Idiotas. -contestó avergonzado.
La noche había caído, cubriendo aquella noche de fogata después de haber acabado con toda la carne y las cervezas.
Comenzaban a prepararse para cantar y platicar alrededor de la fogata.
- ¿Un poco de vino? -escuchó a un animado Jeno sentado a su lado.
Tomó la copa extendida hacia él, observando como el exquisito vino llenaba la mitad de esta.
- Gracias -le sonrió.
- Sabes Renjun... -dijo mientras lo miraba, notando un ligero rubor cortesía del frío. - Tengo tanto que agradecerte -soltó.
- ¿Agradecerme? ¿A mi? -se río.
- Si, es lo menos que puedo hacer -agacho su mirada - Gracias por hacerlo feliz -dijo levantando su mirada hacía la fogata, mirando a su increíblemente guapo Donghyuck y su divertido amigo riendo mientras trataba de no ahogarse con su vino.
- Amo a Jaemin, él es el que me hace feliz. -contestó, regalándole una de sus tantas brillantes sonrisas.
