Renjun había llegado a la vida de Jaemin para iluminarlo, para sanarlo.
Tomó el libro del rubio y lo puso sobre su mesita de noche, pobre, la universidad lo estaba matando.
Lo alzó del sillón en sus brazos, lo acostó sobre su cama y quito los lentes de su cara.
Si le preguntaran a Jaemin cuantas veces había cargado a Renjun al llegar del trabajo por que este se negaba a ir a descansar sin su amado novio, probablemente ya sería rico.
Se dio un baño caliente y salió, listo para una ronda de tareas y libros por leer, después de todo ¿Quien dijo que estudiar medicina, mantener un empleo de medio tiempo y cuidar de un travieso novio era fácil?
